jueves, 25 de noviembre de 2010

Acción de Gracias



Dentro del contexto del tiempo, 65 años es como un granito de arena en la playa. Sin embargo, visto bajo la lupa de la existencia terrenal de cada ser humano, es una porción por la cual estoy agradecido. He vivido plenamente...y son más , mucho más los logros que los fracasos. Después de todo, los últimos son aleccionadores y contribuyen al fortalecimiento del carácter.
Dios ha sido bueno conmigo. Una esposa que me ama, que me ha sabido comprender y que se ha mantenido junto a mi durante 37 años. Una ex-esposa que ha crecido y superado la crisis del divorcio y que se dedicó a criar tres hijos comunes de manera excelente. Siete hijos saludables, que se han abierto camino en la vida y aportan al bienestar de sus familias y de Puerto Rico; y 11 nietos que me enseñan cómo ser abuelo. Mis padres están vivos y aunque ya en sus 93, mantenemos lazos de afecto y comunicación abiertas. Mis tres hermanos y mi hermana; mis sobrinos, todos están bien y han abierto sus propios cáminos. Familiarmente he sido bendecido y doy gracias a Dios por ello.
¿Talentos y vocaciones? Agricultor, abogado, escritor, pintor, ebanista, escultor, mediador, inventor, constructor, filósofo ...; tengo mis manos llenas y disfruto de lo que hago. En ésto he sido bendecido y también doy gracias a Dios por ello.
¿Amigos? No muchos, pero de una calidad excepcional. No tengo enemigos conocidos. También en ésto tengo motivos para dar gracias a Dios.
¿En cuánto al ánimo? Aún con sueños, planes y proyectos que realizar.
Por todo lo anterior y por lo que se me haya quedado, gracias le doy a Dios.


viernes, 19 de noviembre de 2010

Hoy llevé a Papá a su cita en Veteranos; pero más que eso, compartí con él.

Sí, esa fue la gestión de hoy, pero más allá de eso, resultó ser un día en que compartimos de una manera especial y diferente. Ya sé, la foto junto al Viejo y mi nieta Amaya Zoé no se tomó hoy. Sin embargo, refleja una alegría en Papá, que estuvo presente durante casi todo el tiempo que compartimos. No hubo lamentos, recriminaciones, culpas o arranques negativos. Todo fluyó sorprendentemente bien.
A veces buscamos explicaciones, como lo hago ahora. Quizás fue mi última carta exhortándole a crear su propio cielo en lugar de un infierno, o su reciente decisión de querer reunir a sus hijos ‘para entregarles todo’ dada su conclusión de que ya no puede atender sus asuntos. Tal vez se deba a una combinación de factores o de sabe Dios qué otros elementos, pero cuando me lo mencionó en algún momento del día, percibí cierta intranquilidad. Suéltalo y disfrútalo, le dije.
Llegar a esa determinación tras 93 años de vida no es nada fácil, y mucho menos para Papá. Fue criado por padres procedentes de familias reconocidas y acomodadas de San Germán, con cierto rigor y disciplina. Ingeniero de profesión, afinó la vista tras la lupa de la precisión, el orden y la exactitud…y así se formó y forjó una familia. Cada cosa en su lugar y en su momento y con una sola solución, la suya.
Me alegra haber compartido hoy con Papá. Fue un regalo. Si continúa así, qué tremendo; y si no, lo pasamos muy bien... lo recordaré.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Hoy

Hoy es una día especial...esa oportunidad de vivir con la intensidad que nos merecemos, y que a veces valoramos tan poco. No sé si se trate de un desánimo colectivo que se padece en el país, o si son etapas por las cuales solemos pasar los humanos, pero la realidad es que no puede uno entretenerse y darle cabida considerándolos. Pensar en lo negativo llena el alma de pesares.
Captar y adentrarnos en lo positivo promueve la alegría, y ésta es el trasunto de toda sonrisa sincera y del bienestar. Parecería natural que ese fuese nuestro estado permanente de perspectiva vivencial, pero a éstas alturas del 'juego', hay que evitar las múltiples distracciones funestas y esforzarnos en focalizar lo bueno.
Nada, asi de sencillo transcurre el día de hoy. No depende de más nadie, sino de mí. De ese modo, habré de crear mi propio cielo...o mi propio infierno...desde aquí y ahora, como preludio de lo que será luego, al trascender ésta dimensión de la realidad.

Hacienda Luz de Luna
La Casa Grande
Yahuecas, Adjuntas
Puerto Rico

viernes, 5 de noviembre de 2010

Pal Cafetal 2010

Retomamos el tema del cafetal. Año tras año al llegar la cosecha, se vuelve a poner crítico el asunto…pero lo cierto es que cada vez es menos el café que se siembra, se cultiva y se cosecha. Las razones pueden ser diversas. En la mente de muchas personas, la agricultura es cosa de otro tiempo, del pasado. Piensan que se trata de una actividad dura y poco productiva…que hay otras maneras más fáciles de ganarse el pan diario. Esa es una realidad parcialmente cierta. La verdad es que hemos intentado modernizar las antiguas maneras de cultivar la tierra. Esas maneras, hace 50 años, con menos tecnología e informática, resultaron en 500,000 quintales de café y empleo para 50 mil personas. El año pasado, escasamente alcanzamos 80,000 quintales y se perdió alrededor de un 40% de la cosecha por falta de cogedores de café. Es cierto que somos un Puerto Rico distinto, más moderno y sin razón lógica alguna, mucho menos productivos en lo que respecta a nuestra agricultura. Se dice que importamos un 80% de nuestros alimentos y que nuestras reservas en ese renglón escasamente bastarían para dos semanas. Parte de esas importaciones son unos 250,000 quintales de café que adquiere nuestro gobierno de países como México y la República Dominicana a un costo de unos 30 millones de dólares y que vende a nuestros torrefactores al doble de ese precio; una ganancia de 30 millones anuales. Por supuesto que el gobierno necesita de esos ingresos para sufragar la multiplicidad de gastos y ofrecimiento de servicios que requiere todo su aparato administrativo. Ésta situación genera intereses económicos que lamentablemente colocan al gobierno frente a los caficultores. Recordemos que la primera razón de ser del estado es facilitar el bienestar y la felicidad de los ciudadanos. El gobierno es una creación nuestra, y su deber es servir nuestros intereses; no es competir, minimizar y mucho menos destruir la iniciativa y la creatividad privada. ¿Qué otra prueba se requiere para que nos demos cuenta que esas otras tantas funciones que realiza han resultado en fracasos?
Pienso que la mayoría de nuestros gobernantes creen, de buena fe, que su deber es encaminar, dirigir y reglamentar el país. Algunos como Don Luis Muñoz Marín lo hicieron convencidos que para sacarnos de la pobreza, había que educarnos e industrializarnos. Lamentablemente, en el proceso se desalentó y desatendió la agricultura. Tal vez ahí comenzamos a creer que sin el gobierno no se podían lograr nuestras mas nobles aspiraciones sociales.
Propongo que nos rediseñemos, que nos reinventemos, que produzcamos las ideas de la nueva agricultura puertorriqueña…o mejor aún, del nuevo Puerto Rico. No podemos depender de los gobiernos. Exhorto a nuestros gobernantes a que se concentren en eliminar todo escollo que dificulte o limite éste objetivo; que esa sea su política pública… no sólo en el ámbito agrícola, y veremos renacer todas nuestras posibilidades y riqueza de Pueblo.
19 de octubre de 2010