martes, 14 de junio de 2011

Cuando escribo en mi 'blog'

Puesta de sol en el Artico
       En éste asunto de escribir y exponer ideas a través de un 'blog' hay vertientes curiosas.  Por una parte está la magnifica oportunidad de traer ante la consideración del lector (con los que mantengo cierta comunicación previa) la manera en que pienso.  Por otra, son pocos los que responden o comentan; de modo que no sé cuál es el efecto de mis ideas.   
      Cuando  defiendo un caso, tarde o temprano llega una decisión escrita - o sea, una respuesta a mis planteamientos.  Cuando enseño, los estudiantes toman exámenes y responden - más o menos uno sabe si estimula o no sus pensamientos-.  En las travesías históricas que brindo en la Hacienda, el brillo o ausencia del mismo en los ojos de quienes me escuchan es un indicativo del interés, y los aplausos hablan.
     Aquí no sé..., asi que asumo, especulo, imagino o sencillamente dejo de considerar esos elementos.  Quizás es como en la agricultura: sembrar la semilla y a Dios que dé el crecimiento, y mantener la esperanza de que habrá buen tiempo para que germine y produzca (lluvia y seca cuando haga falta).  Aún así, el objetivo es que haya frutos y generalmente, se obtienen.
      Palabras del Rey Salomón: echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás.   Cuando hacemos lo que hacemos bien, no debe ser para obtener o ver los resultados en otros.  Dejemos el resultado a Dios, él sabe todas las cosas, nosotros no. "Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas. Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno." 
     Hay cosas que desconozco al presente.  Que bueno que luego las conoceré.  Mientras tanto...crezco en paciencia.

viernes, 10 de junio de 2011

Juan Bobo y la democracia puertorriqueña

          
     A nadie le gusta que le cojan de tonto, y aunque por el momento no se adviertan las maneras en que podemos expresar la inconformidad con el rumbo que se le esta dando al país, es precisamente la falta de alternativas lo que va fraguando los yemenes, egiptos, sudanes y españas del planeta.  La frustración ante la opresión, el coraje frente al abuso y el menosprecio por los derechos y las libertades humanas, sea cual sea el fundamento sobre el cual los gobiernos se sostienen en el poder, se está dejando sentir, y nosotros, independientemente de cualquier otra consideración,  somos parte del globo terráqueo.
      En Puerto Rico los partidos, dado el sistema electoral que les cobija, prácticamente mantienen un monopolio sobre quienes han de ser los candidatos a puestos públicos.  Una vez los seleccionan y cumplen con los procedimientos básicamente establecidos por ellos, aparecen en la papeleta, y nuestra opción es votar por unos u otros.
     A juzgar por los resultados, han fracasado los mecanismos y procedimientos electorales tanto como las colectividades partidistas.  Hay toda una gama de ‘representantes del pueblo’ y se destacan en los medios aquellos que usan y abusan de sus puestos para enriquecerse, los que se lucen con aire de 'clase aparte', y quienes se exhiben con pomposidad bufonesca.  (¡Y eso, que no se sabe todo lo que se está cociendo en la olla!)  La utilización de las instituciones gubernamentales con fines politiqueros es promulgada, sin reservas o asomo de rubor, como secuela natural y legítima de la victoria.  Tras esa manera de actuar está el concepto de que al triunfador le corresponden los despojos, pero una consecuencia grave es que se ha diluido la obligación fundamental de responder al elector reconociendo que éste es la fuente de poder.
      Esto dejó de funcionar hace tiempo, pero mientras tanto, al pueblo se le pretende mantener bobito… chupándose el dedo o mirando para otro lado.  Se le atosiga y abarrota con nimiedades desproporcionadas cuyo efecto es la división y el desenfoque.  Don José Miguel Agrelot, en su personaje de Torito, lo expresaba de manera extraordinariamente acertada; "yo soy chiquito, pero me doy cuenta de las cosas" y cada vez aumentan quienes perciben lo que está sucediendo.
      Nos hemos convertido en ciudadanos sobrereglamentados, cargados con recaudos de toda naturaleza, y con libertades individuales menguadas, razón por la cual debemos promover y establecer mecanismos para que en las elecciones se presenten candidatos cuyo legítimo interés sea nuestro bienestar. Personas virtuosas que surjan de la propia sociedad y no de los partidos. (No nos traguemos el cuento de que para eso existen las candidaturas independientes.) Necesitamos una nueva ley electoral, no para afincar ventajerías, sino para entre otras, proveer alternativas de modo que podamos recusar a quienes yerran en las ramas ejecutiva, legislativa y judicial, independientemente de  su origen ideológico.
      ¿En cuanto a la democracia cuyo respeto nos anuncian? Pamplinas y malabarismos para hacernos creer lo que no es. ¿Qué sucedió con la consulta sobre la unicameralidad? ¿Algún representante o senador ha hecho por llevar a un feliz término la voluntad que se expresó a favor de la misma?  ¿Aguajes, poco respeto o falta de conocimiento?  Ahora nos proponen otra consulta; un plebiscito sobre el estatus.  Claro, éste será diferente, no como lo fueron los anteriores.  ¿Se atreverán a incluir en el mismo, una sola cámara?  Por supuesto que no.  Lo que tienen ante sí es elegir entre lo que decidió el pueblo y lo que procuran ellos.  Si alguien lo duda,  ya lo veremos.
     La conclución del discurso es que a la corta o a la larga las personas prevaleceremos sobre los sistemas, los políticos y sus partidos.  Mientras antes  se comprenda, mejor será para todos.

Bobería y. EDRIC E. VIVONI FARAGE Anadie le gusta que le cojan de tonto, y aunque por el momento no se advierten las maneras de expresar la inconformidad existente ...
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