¿Qué plebiscito ni ocho cuartos?

El estatus está, o no está en ‘ichu’.  La frase se ha utilizado de una u otra manera en diferentes momentos electorales. ¿Cuántas consultas sobre la selección de un estado político se han efectuado en Puerto Rico?  ¿Cuál ha sido su resultado práctico?  ¿Se ha eliminado la alternativa de la independencia?  No.  ¿Se ha desarrollado el E.L.A.?  Sí, pero no creo que haya muchos estadolibristas conscientes de ello  ¿Se ha favorecido mayoritariamente la estadidad?  No, pero la estadidad está más cerca ahora.

   Los plebiscitos no han pasado de ser consultas para ‘medir fuerzas partidistas’; a un alto costo de polarización y fanatismo, utilizando millones de dólares del erario público, y probablemente, desviando la atención de asuntos importantes y generando confusión.

El cuco de la independencia entrando por la cocina nunca ocurrió, pero la estadidad lo viene haciendo a pasos agigantados.  A través de la federalización, Puerto Rico ha ido colocándose bajo la jurisdicción del gobierno estadounidense, lo que ha conllevado la consistente intervención de agencias federales en asuntos que hace un par de décadas le correspondían a nuestro gobierno.   Cada acontecimiento en el cual se adentran ‘los federales’ es un pasito que nos une a ellos, bajo ellos…y eso es lo que ocurre en un estado de la unión. 

La mayor estadidad ocurre en nuestra mente.  Creernos que ellos son los que mandan el dinero para acá y que sin ellos nos morimos de hambre; que su tribunal es más justo, más generoso y jerárquicamente superior a los nuestros; que sin ellos la corrupción ‘local’ sería amapuchada, son importante pasos hacia la dependencia.  (Porque desde los cupones para acá, cierto liderato piensa que mientras menos autosuficientes y más dependientes, más cercana está la estadidad.)  Y todo eso, por medio peso, digo…sin haber ganado un solo plebiscito.

¿Qué plebiscito ni ocho cuartos? - El Nuevo Día

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Gracias

    

  

Un atardecer...                                                                         Foto  Luchy Vivoni

Dios, durante todo el año te he dado gracias por las mil y una bendiciones que provienen de ti.  Muchas veces las recibo con cierta naturalidad, sin darte el agradecimiento que te mereces.  Reconozco mi inconsciencia.  Te pido perdón por ello, y te doy gracias porque hablas a mi espíritu y me permites reconocerlo un día como hoy.

Definir como bendiciones aquello que interpreto e identifico como bueno, la mayoría de las veces es fácil: salud, bienestar económico, logros personales y salidas airosas.  Hoy quiero agradecerte por las dificultades y las pruebas que generalmente veo como murallas negativas, las que resisto y te pido que no me sucedan; porque en ellas has colocado puertas y porque me das la opción de usarlas.  Gracias porque en el proceso templas mi carácter y me haces un mejor ser humano.  Perdóname por la arrogancia de querer sustituir mi criterio por el tuyo, y creer que si las cosas no son como yo pienso, están mal.  Gracias porque me escuchas y porque a través de tu hijo, Jesucristo, me has perdonado.       

Gracias por toda la creación y la manera insuperable en que la has diseñado; porque podemos disfrutarla y nos colocaste como custodios de ella.  Lamento el mal uso y el desastre que hemos ocasionado por nuestros egoísmos y ambiciones.  Perdónanos.

Gracias por tu amistad y todo lo que ella ha significado. Gracias porque podemos comunicarnos sin pronunciar palabras, y hacerlo fuera de los ritos y las costumbres humanas.   Finalmente, gracias porque te puedo dar gracias.

          Tu hijo,

Edric

Así juzgamos a veces

La International del 52

     Cargué en Toa Alta [Maderas Tratadas (MT)] la International del 52 con unas vigas de 3 x 8 y salí rumbo a la Avenida Roosevelt para recoger unas lozas, lechada y pega...y después, de regreso a Adjuntas.   Los tablones eran muchos y pesados, pero como estaba consciente de que me faltaba completar la carga, los coloqué en un solo lado de la caja del camión; previendo que el enorme desbalance quedaría nivelado con lo que aún me faltaba.  Así fue.  Desde Puerto Nuevo hasta Yahuecas aquel resultó ser el camioncito mejor equilibrado en toda la carretera.  Era el año 82, de manera que un vehículo de treinta años, recién pintado, aniquelado y bien estibado tuvo un atractivo especial para muchos que transitaban por la misma ruta: toques de bocina, saludos de brazos y hasta quienes se parearon en la autopista para hacernos algún comentario positivo o preguntarnos si vendíamos ‘la troca’.

     Precisamente hoy, transcurridos casi treinta años de aquella travesía me acordé de la experiencia.  ¿Qué provocó tal recuerdo?

Así quedó moldeada finalmente

     Vertíamos el cemento de la escalera del nuevo gazebo donde, Dios mediante, vamos a ubicar el ‘restaurarte’.  Yo diseñé el edificio y la escalera me presentó un gran reto.  Abre en forma de abanico y de frente existe una acera que provoca un declive de unas siete pulgadas desde un extremo al otro.  El sexto y último escalón queda a nivel de piso y obviamente, está nivelado.  Para que los escalones quedasen a la misma altura y más o menos equidistantes de frente y de fondo hubo que hacer malabares.  (Feliciano Marcucci, el maestro de obras, y yo nos rompimos el casco e hicimos y rehicimos los moldes.)  Una cosa es la idea bosquejada en un papel con sus medidas, y otra, encontrarse con éste ‘tostón’.   Claro que le tomé una foto antes del vaciado del hormigón.  Supongo que en el futuro, alguien con percepción aguda podrá descubrir ciertos desniveles.  Sin embargo, el resultado final fue el más seguro y cómodo; toda una obra arquitectónica.

     ¿Qué tienen en común éstos dos relatos?  Ambos presentan y conllevan decisiones en las cuales se deben tomar en consideración ciertos factores que solamente uno conoce.  ¿Cuántas personas habrán observado lo mal balanceada de la carga cuando viajé desde MT hasta la Roosevelt?  Y aunque menos obvio, ¿cuántos se percatarán de los desniveles de los escalones?  ‘¡Qué tipo más bruto ese!’  Lo cierto es que todos juzgamos y la mayoría de las veces lo hacemos sin tener los elementos de juicio necesarios para hacerlo justamente.  Por eso dijo aquel calvito, científico y político que aparece en el billete de cien; si no puedes decir algo bueno de alguien, mejor guarda silencio.  Esa es la moraleja.     

Poema a la Inspiración Versión II

Poema a la Inspiración

                                                                                 Foto   José Ballester Panelli

Como el rocío cae sobre el verdor del campo;

gotitas refrescantes de transparencias

que cuando calienta el austro mañanero

se evaporizan y remontan como algodones hilachados

rumbo a la eternidad,

así es la inspiración que

enriquece nuestra estancia

a éste lado de la realidad.

¿Quién  ha hilvanado tal existencia?

¿Cuándo creó lo que sigue siendo?

¿De qué se valió para que perdurase durante milenios?

Tan solo el que concibió al expresarlo, y fue hecho.

                                                         Foto   Luchy Vivoni

Por Edric E. Vivoni Farage

Hacienda Luz de Luna
Adjuntas, Puerto Rico

Entre las des y las efes

Luis Fortuño (PNP)

Alejandro Garcia (PPD)

Hallarnos frente a la opción de elegir entre dos males refleja una situación  injusta, crítica y anormal para cualquier pueblo.  Revela el colmo de un partidismo desgastado y enfermizo que en lugar de semillero de guías visionarios y líderes de vocación, produce personajes cuyo objetivo primordial es advenir al poder y administrar.  Hace tiempo que los candidatos a puestos electivos se comportan como participantes en un concurso de simpatías, con personalidades fofas, pero confeccionadas y proyectadas atractivamente mediante campañas promocionales.  Y cuando no es de ese modo, la ley electoral permite ‘una plancha’ en la cual hay amplia cabida para los chúchines de la vida.

Cuando los gobernantes no son los mejores, tampoco lo es su visión de mundo, su equipo de trabajo o las leyes que aprueban.  Si alguien cree que no, ahí está el país como evidencia.

       ¿Qué nos ha ocurrido?  ¿Cómo llegamos y permitimos éste estado de cosas.      Lo peor de todo es que no vemos alternativas para sacudirnos de la pesadilla novelesca que se desarrolla en capítulos diariamente.  ¿Qué hacemos? 

       Hay que romperle el espinazo a tal estilo de hacer política.  Dejemos a un lado la apatía, el cinismo, el fanatismo y la queja o el sentirnos en un callejón sin salida.  Hagamos nosotros la campaña.  Comencemos por reclamarle a los dos partidos de mayoría que presenten una papeleta de votación con una sola cámara.  A un año de las elecciones podemos realizar, entre todos, una campaña intensiva e imaginativa para  convencerlos de que lo hagan, y si no, pongamos una sola cruz debajo de cada una de las dos insignias en señal de nuestra indignación.  Marquemos tanto a los 'des’ como a los ‘efes’, porque es poca la diferencia entre ellos y mejor es quedar registrados así en la historia, que prestarnos a esta bochornosa  faranduleria.     

Las des y las efes - El Nuevo Día

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Entre defensores de la democracia y comunistas

    Curioso cómo hemos llegado a utilizar la palabra izquierdista para referirnos a ciertos defensores de la libertad.   Siendo así las cosas, George Washington fue un terrorista de izquierda; pero no lo diga muy duro, que la indignación y la furia harán de inmediato su aparición.  Los izquierdistas son ateos y socialistas (también comunistas y nacionalistas) y si tienen el pelo largo o usan barba, se echaron a freír.  

    Demonizamos el derecho inalienable a la libertad, que de acuerdo a la constitución de EEUU fue conferido al hombre por el propio Dios. Si se reclaman derechos o se objetan actuaciones gubernamentales, inmediatamente se cataloga a la persona como perteneciente a la oposición partidista (PPD) o tiene que tratarse de un independentista (que necesaria y obligatoriamente es de la izquierda).  Y si por casualidad (porque ocurre muy poco) es del mismo partido, le hacen la vida de cuadritos, lo marginan o lo expulsan por traidor. ¿Verdad Benny?  Son inexistentes los méritos del asunto en controversia; carece de sustancia y si la tiene, no importa, pues la cuestión se considera emocionalmente y mucho mejor, si fanatizadamente.  Esto me hace pensar en aquello de 'baja Engracia para que veas ésto'.  

En la mirilla de los defensores de la democracia

    No debe extrañar que el resultado de la investigación de Monseñor Roberto González sea adversa a él.  Se seguirá empujando esa y otras pocas cuestiones que faltan, hasta que se establezca un régimen social amordazado en el cual haya que hablar bajito por temor.  Y yo pensé que eso era así en Cuba, pero ahora comprendo que son los derechistas democráticos puertorriqueños y no los izquierdistas comunistas cubanos. 

    El asunto es que allá en el Norte, de donde quieren ser parte muchos de los de aca, lo que sucede es igual o peor; cada vez menos libertades civiles y más derechos restringidos.  Nada, que las cosas andan patas pa'rriba  y el país...muy bien gracias; pero no sigo, porque de seguro ya hay quien me catalogó de izquierdista y eso sí que me da miedo.