domingo, 26 de mayo de 2013

La Patria se logra



Escucho el sarcasmo, la mofa y el cinismo hiriente de algunos de los nuestros respecto al resto de nosotros.  ¿Indignación?  Es poco práctica. Insignificantes sus resultados para combatir la ofensa. 
[¿Guardo silencio o me contamino?]
El análisis radial versa sobre una resolución aprobada en el Senado de Puerto Rico para investigar actuaciones del gobierno federal imponiendo multas a caficultores por no aplicar el mínimo de salario de EEUU a los cogedores de café.  (Durante más de un siglo la recolección se paga por volumen; o sea, por almud.)  Alguien comenta: ‘se trata de la colonia al desnudo’.
[Me contamino.]
Ese señalamiento ha sido el cuento de radicales; un grupito que pertenece a la historia y cuyos portavoces eran ‘comunistas’.  Lo que les queda es el derecho al pataleo. A la nueva generación poco le importa.  Nos acostumbramos a mirar pa’l otro lado, a pensar y procurar las cosas que se han convertido en trascendentales…el dinero y las posesiones.  La honorabilidad y el respeto se han redefinido.  En nuestro hogar mandan otros y una vez se descubre y se reconoce; se acepta.  Nos adaptamos a los secuestradores, a los abusadores y a los violadores.  Tan es así, que divulgamos sus acciones.  ‘Lo importante es que to’el mundo esté bien enterao.’ [Qué pena.]
Comentamos y documentamos entre nosotros nuestras propias desgracias, pero sin formular soluciones, sin proveer salidas.  El asunto termina masticando la chuleta con que nos atragantan para taparnos la boca, pa’que no protestemos.  [¡Qué salto!] 
La ofensa y el abuso de los tiranos no debería comentarse.  Tampoco  analizarse.   Se denuncia, se condena y se combate.  
Taino y carnero de pie
¿Y  aquellos conscientes del agravio?  ¿Los capaces de establecer la relación causal entre la dependencia y el daño? Cada uno en su propio rollo.  Los patriotas son como carneros solitarios.  Los hay así… y los hay corderos. 
¿Dónde están las ideas sobre cómo alcanzar nuestra apremiante y necesaria transformación colectiva?  ¿Existen?  ¿Quiénes son sus proponentes?  Probablemente los hay.   Los ‘remedios’ parecen parchos que prolongan la caída.  No son cónsonos, o lo urgente que requiere la situación.  Siendo la injuria que recibimos como pueblo una diaria, la solución no puede esperar al próximo periodo eleccionario. Seguiríamos en más de lo mismo.  
La Patria sale de adentro
[Me lo saqué del sistema.  No he ido más allá de un mero exorcismo.  Por eso dije al principio que ésta no es la manera de combatir la ofensa.  La que verdaderamente importa sigue intacta.]   
          En el mientras tanto, en lugar de seguir sintiéndonos oprimidos e impotentes, concentrémonos en lo interno y expresemos externamente (en nuestra esfera de acción individual) lo mejor de nosotros.  Pensemos en todo lo justo, lo noble y lo recto; y vivamos de acuerdo a ello.   Ahí nadie puede detener el que hagamos Patria.  ¡La alcanzaremos colectivamente!