jueves, 3 de julio de 2014

Andando por las ramas


   [Andar por las ramas.  Término que se refiere a desviarse del tema sobre el cual debería hablarse para sustituirlo por otro que surge del mismo, para considerar otros secundarios, derivados o irrelevantes al ‘meollo de la cosa”.]

 Los pueblos se organizan para procurar un orden en la consecución de sus ideales, su felicidad y bienestar general.  Los gobiernos electos son responsables de asegurar que así habrá de ser y su deber es eliminar cualquier escollo en ese derrotero.  Sus gobernantes juramentan fidelidad a tales postulados y en el caso de muchos países, concluyen con la frase: ‘y así me ayude Dios’.    
EV1 de General Motors destruídos
-   Los buenos gobiernos son facilitadores; propiciadores y defensores de las gentes. Los déspotas, tiránicos y opresivos procuran sus propios intereses a expensas de los ciudadanos, o favorecen a ciertos sectores en perjuicio de otros. Algunos gobiernos se han convertido en agentes ejecutores y promotores de grandes emporios económicos; otros, en sus víctimas. 
       Si para cuadrar un presupuesto hay que limitar los derechos propietarios de las personas y sus libertades y se le requiere el pago de mayores contribuciones, si se enajena y compromete el patrimonio público; el dinero se ha convertido en algo más importante que las personas.  Eso es una violación al compromiso contraído y constituye alta traición. 
¿Por qué General Motors recogió los cinco mil  vehículos eléctricos que arrendó en California durante los años noventa?  Eran super eficientes y tan económicos que al final del contrato las personas deseaban adquirirlos.  A pesar de las protestas y oposición de los arrendatarios, GM los recogió todos y los convirtió en chatarra.  
El precio de la gasolina, la huelga y el tira y jala en la Autoridad de Energía Eléctrica, los salarios y otros asuntos relacionados son reales, pero nos son la causa principal del problema.  Esa es una pequeña lucha por los despojos;  constituye una pantalla que distrae la atención del asunto crítico y nos coloca a unos contra otros.
Se han estado librando guerras, matando niños, mujeres, civiles y soldados en millares, por el petróleo de Iraq y un acceso a través de Afganistán para un oleoducto. En éste caso, se encubre bajo la lucha por las libertades y el anti terrorismo. De nuevo...unos contra otros y mientras tanto, los verdaderos responsables y beneficiados, tranquilitos en sus emporios: carros deportivos, aviones, yates y mansiones a precio de engaño y de sangre.
Así andan las cosas por el mundo y nuestra patria.  Cada vez somos más los que reconocemos éstas realidades y es precisamente a quienes corresponde cambiarlas. Podemos y debemos descubrir; crear nuevas maneras para que los gobiernos respondan con integridad y respeten la voluntad y el bienestar de los humanos.  Que así nos ayude Dios.  

(Si la transición entre nuestra situación puertorriqueña,  General Motors y las guerras por el petróleo en el Golfo Pérsico le ha resultado abrupta, no se preocupe, en algún momento comprenderá la conexión íntima.  Vayamos a la raíz en lugar de andar por las ramas... secas.)

vivoni (c) 2014



Publicado en El Nuevo Día 7/16/2014 Versión más corta -  http://www.elnuevodia.com/columna-porlasramaspuertorico-1815153.html

16 de julio de 2014

Por las ramas Puerto Rico

Edric Vivoni/ Abogado y agricultor

Los pueblos se organizan para procurar un orden en la consecución de sus ideales, metas y bienestar general. Los gobiernos electos son responsables de asegurarse de ello y eliminar cualquier escollo en ese derrotero. Sus gobernantes juramentan fidelidad a tales postulados y en muchos países, concluyen con la frase “así me ayude Dios”.  

 Buenos gobiernos son facilitadores, propiciadores y defensores de las gentes.  Los déspotas, tiránicos y opresivos procuran sus propios intereses a expensas de la ciudadanía, o favorecen ciertos sectores. Muchos gobiernos se han convertido en agentes de grandes emporios económicos.

Si para cuadrar el presupuesto se limitan los derechos propietarios de las personas y sus libertades y se requiere el pago de mayores contribuciones, si se enajena y compromete el patrimonio público, es que el dinero se ha convertido en algo más importante que las personas. Eso  es una violación al compromiso contraído y constituye alta traición.

General Motors recogió cinco mil  carros eléctricos que arrendó en California en los noventa. Eran eficientes y tan económicos que al final del contrato las personas deseaban comprarlos. A pesar de las protestas, fueron convertidos en chatarra.

El precio de la gasolina, la huelga y el tira y jala en la AEE, los salarios y otros asuntos relacionados son reales, pero no son la causa principal del problema. Es una pequeña lucha por despojos, constituye una pantalla que distrae la atención del asunto crítico y nos coloca a unos contra otros.

Se han estado librando guerras, matando niños, mujeres y civiles, por millares por el petróleo del Golfo Pérsico y el acceso a través de Afganistán de un oleoducto. En este caso, se encubre bajo la lucha por la libertad y el antiterrorismo. De nuevo, unos contra otros, y mientras tanto, los verdaderos responsables y beneficiados, tranquilos en sus emporios:  carros deportivos, aviones, yates y mansiones a precio de engaño y de sangre.

Andamos  discutiendo por las ramas. Por las ramas secas.