lunes, 29 de febrero de 2016

Rompiendo barreras

     Hacer una consulta sobre las leyes de cabotaje al electorado puertorriqueño y comenzar el proceso a través de internet, instando a nuestro liderato partidista a presentar legislación a tales efectos, es algo novel.  A ello se le suma que se ha preparado un cartel artístico para cada día.  Si bien ‘feisbuc’ goza de un creciente número de usuarios, la mayoría del pueblo carece de acceso al mismo, y entre quienes lo tienen, son pocos los que echan a un lado su idiosincrasia política para formar parte de lo que podemos llamar, un experimento de solidaridad. Dentro de ese contexto, al cumplirse hoy un año desde el inicio de ésta gesta, haber recogido 3,458 peticiones es un gran logro.
 Hay quienes correctamente indican que el asunto le compete exclusivamente a la esfera federal. Fue a través de la Ley Jones de 1917 que el Congreso de los Estados Unidos determinó que toda transportación marítima con Puerto Rico tiene que llevarse a cabo en embarcaciones fabricadas y tripuladas por estadounidenses. Tras casi un siglo de vigencia, el efecto práctico ha resultado en que esos mismos viajes, realizados a islas y destinos cercanos a nosotros resultan un 50% más económicos, que pagamos un 40% más caro por los productos y que ello equivale a un gasto de sobre $750 millones anuales.  Si como aparenta ser, el PPD, el PNP, el PIP y el PPT coinciden en que es necesario excluirnos de esos requisitos, es predecible que más de un millón de electores así lo reclamen.  De ser ese el caso,  la solicitud no correrá la misma suerte de la resolución conjunta que en 1995 aprobaron por unanimidad los tres partidos; ésta vez irá acompañada de la fuerza democrática que representa el voto.
   Otros analizan el esfuerzo desde la perspectiva del estatus.  El asunto amerita mayor espacio y consideración, ya que Alaska y Hawái, estados de la unión, abogan por la misma exención.  Otros argumentan que sólo dentro de la soberanía es viable la medida.  Discrepo.

  Al cumplir, hoy lunes 29 de febrero, 365 días de campaña, reafirmo que el esfuerzo procura que se haga justicia con todos los habitantes de ésta tierra y se elimine una imposición constitutiva de una grave carga a nuestra economía y calidad de vida.  Sé que con la ayuda de Dios y nuestra fuerza de voluntad, lo vamos a lograr.  

[A la conclusión de éste primer año, comenzamos a gestionar que la legislatura apruebe el proyecto de ley para celebrar la consulta junto a las elecciones de noviembre.]