martes, 8 de octubre de 2024

UN VIAJE SORPRESA 2024

    ¡Llegamos a Miami!  Hacía 14 años que no viajaba en avión, pero esta vez Luchy tenía una gran ilusión… visitar a nuestro hijo Edric en su cumpleaños.  Sería una sorpresa, compinchada con Evelyn, su esposa y Edric A., el nieto.  El viaje resultó sereno y a las nueve de la noche, nos recogían en el aeropuerto de Fort Lauderdale.
    Me llama la atención la pavimentación de las vías de comunicación, sin desniveles o boquetes.  Han pasado 29 años desde la última vez que visité esta metrópolis.  Rumbo a ‘dountoun’ hay incontables edificios multipisos y otros tantos en proceso de ser construidos. El cemento y los cristales abundan y las calles y avenidas se pierden en la base de los monumentos arquitectónicos.  Noto que la vegetación es poca y más bien decorativa.  Las personas parecen estar concentradas en sus viviendas, en los trabajos y en los ‘moles’.
    Reflexiono y comparo.  En Yahuecas, los montes y los bosques que los tupen, son quienes llenan la vista que me rodea.  El cielo colinda con la copa de los árboles.  En esta ‘ciudad’, se ve por encima y entremedio de formas verticales y horizontales.  Los cielos coinciden en su color.  En mi terruño las montañas aparecen por doquier, allá el terreno es como un extenso plato liso que se pierde en el horizonte, más allá de las edificaciones.
    Disfrutamos de la compañía de nuestro hijo y su núcleo familiar, y también noveleriamos.  Lo primero resulta ser verdaderamente importante y si lo segundo lo hacemos juntos, mucho mejor.  Tuve la oportunidad de visitar las facilidades del Jackson Memorial Hospital, donde trabaja mi hijo y cenamos en el Four Seasons Restaurant donde trabaja mi nuera.  Nos alegramos ante la carta de aceptación y la beca recibida por el nieto para estudiar en la Universidad John Hopkins.
    ¡Qué bien lo pasamos!  La vida continúa.  De mis 7 hijos este ha cumplido 50 años y es el único que vive fuera de Puerto Rico.  En resumidas cuentas, podemos encontrar la belleza y el calor familiar en cualquier ambiente y panorama.  Lo otro es producto de la crianza y nuestra geografía, de haberme acostumbrado y encariñado con el lugar ‘donde mis ojos vieron la luz por vez primera.’