El
Gobernador se armó de valor…no eran muchas las opciones que tenía, más allá de
esperar que venciese su término. Se sentía sólo, triste y decepcionado. Creía
haber hecho todo lo posible por encausar al país, pero hasta muchos de los de
su propio partido le habían abandonado.
'¿Qué habré hecho tan mal o será que lo
he hecho demasiado bien? Nuestro país es
difícil de entender.' [En nuestro país no se sabe.]
Ese era el pensamiento que una y otra
vez le inquietaba. La realidad del
Estado Libre Asociado de Puerto Rico cambió drásticamente y ni siquiera tuvo
tiempo de comprender sus implicaciones; no logró entender el alcance de varios
pronunciamientos devastadores del gobierno de Estados Unidos sobre la Isla y
finalmente, llegó la designación de una junta de control fiscal.
'Pensé que el Congreso iba a actuar como
nuestro aliado en mi empeño por terminar con la corrupción y darle un giro
diferente a la administración del país, pero el partidismo y otros ‘amigos’
sabotearon el asunto y esto ha cogido un giro muy complicado. A la hora de la verdad, la junta nos va a
cobrar una deuda, que en parte es ilegal y parece que van a saquearnos a como
dé lugar. El pueblo es quien va a
terminar pagando las consecuencias y los responsables van a quedarse como si
nada; peor aún, hay unos cuántos de mi partido que me han ‘tildao’ de traidor y
ni siquiera quiero darle pensamiento a las cosas que me han dicho porque rayan
con la amenaza. ¿Qué hago? ¿A quién le debo mi fidelidad, al americano,
al PPD o a Puerto Rico? Total, estoy a
ley de unos meses para terminar mi mandato y quizás sea mejor dejarlo todo así.
Que bregue David, si acaso puede. '
El dilema no es fácil. Probablemente
gobernantes de otros países se han visto ante disyuntivas paralelas, pero
lo peor de todo es la conciencia que no deja de machacar diariamente,
veinticuatro horas, junto a la interrogante de cuál habrá de ser su legado para
la historia puertorriqueña. Fue uno de
esos días en que los seres humanos despertamos con mayor sensibilidad que el
Gobernador se levantó lleno de valor.
Conferencia de prensa tras su mensaje al
país:
'Si es cierto, como dije en mi mensaje, acabo
de renunciar a la junta de control fiscal y en los próximos días estaré
acudiendo ante las Naciones Unidas para presentar la situación colonial de
Puerto Rico. He solicitado la
colaboración de los presidentes de ambas cámaras legislativas para cerrar operaciones. Mediante decreto he designado la Junta de
Gobernación Puertorriqueña y he nombrado a María de Lourdes, a Alexandra, a
Bernabe, Cidre, Roselló y a David como sus miembros. La primera gestión que deberán considerar es
la suspensión de las elección del próximo noviembre.'
Ese día imaginario, tal gobernador pasó
a ser uno de los más valientes de nuestra historia.
Parece un escrito del Dia de los Santos Inocentes o April Fool. Desgraciadamente dudo tener tanta suerte como para ver que sea una realidad. Le tienen miedo al gringo.
ResponderBorrar¡Sería excelente un acto como el de su escrito, Edric Vivoni! Sigamos insistiendo, alguien nos escuchará...
ResponderBorrar¡Wow! Que lea tu Blog, sea valiente y actúe sin miedo. El pueblo lo respaldará. Amén.
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