lunes, 11 de noviembre de 2024

DESDE OTRA PERSPECTIVA

   ¡Hay que cambiar el enfoque, la óptica, la perspectiva!
   ¡Demasiados años patinando en el mismo sitio!
  ¡Frustraciones, desahogos, corajes, cinismos, quejas y tiraeras! Son respuestas emocionales para sacarnos del sistema el malestar que genera el no haber logrado lo que consideramos más beneficioso para el país. Un momento sobresaliente ocurre cada cuatro años, cuando se llevan a cabo las elecciones generales en Puerto Rico.
  ¡Politiqueamos todo el año! Nuestra sangre tropical caribeña es caliente y somos cultural y agitadamente fanáticos de lo puertorriqueño: en el deporte, certámenes de belleza, el arte, la música, el chinchorreo y el partidismo. Además, producto de nuestra baja autoestima colectiva, está siempre presente la necesidad de reafirmarnos y destacarnos.
  El mejoramiento del país ha ido en reversa. Hemos decrecido en: valores, educación, salud y economía, en casi todo lo que constituye una buena calidad de vida.
  Sea cierto lo antes expresado o se trate de mi percepción, de continuar haciendo lo que hemos hecho hasta ahora, no vamos a obtener resultados distintos. Lo dijo el genio de la física, Albert Einstein: "La locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes."


  Entonces: ¿Cuál sería esa nueva manera de ver las cosas y lograr cambios? En lugar de invertir tanta energía en acusar y lamentar, comencemos a promover el bienestar, señalémoslo, compartámoslo, eduquémonos en el proceso y caminemos en pos de su realización. Hay que expresarlo sin corajes y con valor… aunque nos cueste.  Se requiere
analizar nuestras realidades, sin arrimar la brasa a nuestro sartén
ideológico-partidista. Eso también nos va a costar. Propongamos soluciones que sean el resultado de un diálogo creativo y constructivo, esto es, el que se deriva de un proceso donde escuchamos y aprendamos de la percepción de los demás, en lugar de estar prestos a defender ‘mi’ apreciación del problema y ‘mi’ solución al mismo. ¡No se trata de discutir o de carearnos!
  El actual momento puede considerarse como la ocasión para reorganizar los partidos y crear expectativas con miras a las elecciones del 2028; de establecer estrategias para fiscalizar y si posible, destronar el gobierno de turno. Así se ha hecho casi siempre.
    Demos un ejemplo de la perspectiva que planteamos.   Apliquémosla al caso de la educación, en particular, a la pública. ¿Requiere mejoras?
¡Muchas!  ¿Cuáles son las propuestas?   De la misma manera que se invita a una protesta, se hace para un diálogo sobre el tema. Convocan los interesados.  Asisten todos los que consideran que pueden aportar ideas y aprender de las que sugieran los demás.   Se llega a un consenso y se le comunica a la prensa, al público en general a través de medios como este y a los gobernantes.   Con el mismo fervor y entusiasmo que los partidos, los políticos y muchos ciudadanos… artistas, deportistas, cantantes y organizaciones lo hacen en la campaña electoral, se haría para propulsar las propuestas hechas para mejorar la enseñanza pública.
Se dialoga con los funcionarios gubernamentales concernidos y en conjunto, se fijan términos para que se lleven a cabo.   Se genera un reclamo, a nivel del pueblo, para que el gobierno implemente las mismas.   Se da seguimiento continuo hasta que entren en vigor.
    Ello es aplicable a las distintas situaciones, como lo sería, entre otras: la agricultura, la salud, la industria, el servicio público (judicatura, legislatura, gobernación, las agencias administrativas) y el sistema electoral.
    ¿Y qué hacemos con las promesas y buenas medidas propuestas por el gobierno? Lo mismo.
    ¿Y con las malas decisiones y la corrupción? ¡Igual!
  En todo, respeto, firmeza y perseverancia para corregirlas.
    Los próximos cuatro años son de mucho trabajo productivo, al final de los cuales, sin mucha campaña y energía, el pueblo sabrá por quienes votar.

viernes, 8 de noviembre de 2024

50% a 50%

     ¿Cómo entender los resultados de las elecciones 2024?   La explicación está más allá de la razón y la lógica.  Tal vez la encontremos en el campo del miedo, la ignorancia, el fanatismo y el engaño.  Ni siquiera las predicciones de los encuestadores acertaron… bueno, fallaron todas menos una cuya muestra fue de 780 personas, equivalente a 10 personas por municipio y en la cual indicaron que era un 91% certera.   A mí no me pareció confiable y sin embargo fue la que acertó. 

    Ya que la inteligencia y la comprensión racional no apoyan lo sucedido, es legítimo acudir a un escenario donde impere la intuición, la imaginación y la fantasía.      

    Se tratará de una obra cuasi teatral cuyo trasfondo es la auditoría  realizada, hace cuatro años, a solicitud del presidente de la Junta Estatal Electoral y que arroja los siguientes resultados:  tres órdenes para imprimir papeletas electorales, tres conduces de las mismas y tres pagos por ellas.  ¡Cuadrado!   Excepto que hubo 72,000 papeletas adicionales utilizadas en el proceso y cuya genealogía se desconoce.   Enfatizo con una frase trillada: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.         

    Esta campaña electoral imaginaria que describo, es una tan cerrada que se augura un virtual empate entre dos candidatos; uno nuevo y otro viejo.  Lo dicen las encuestas y lo confirma lo que se ve en las caravanas, los cierres de campaña, el lenguaje no verbal de los candidatos, además de lo que se percibe entre familiares, amigos y vecinos.  Quienes gobiernan estan sumamente preocupados, al igual que quienes han compartido la gobernanza del país, al ver a su partido relegado a un tercer lugar.  ¡Claro, todo esto es una invención!   

    Seguimos con el drama.  Ante este panorama se ven amenazados dos partidos, porque de ganar el advenedizo, termina una era de compinches y corrupción que ha llevado al país al desastre existente y es previsible que se realicen investigaciones en las cuales van a salir bastante maltrechos (por decirlo de alguna manera) miembros prominentes de ambas colectividades.  ¿Qué hacer?

    La respuesta, amigo lector, es la que usted logre conjeturar. Porque en este momento usted se convierte en partícipe de esta obra ilusoria.  Como dramaturgo, añádale y termínela de la manera que desee.  Recuerde, que aquí no vale la razón o la inteligencia, pero por favor, no lo haga con temor.  

martes, 8 de octubre de 2024

UN VIAJE SORPRESA 2024

    ¡Llegamos a Miami!  Hacía 14 años que no viajaba en avión, pero esta vez Luchy tenía una gran ilusión… visitar a nuestro hijo Edric en su cumpleaños.  Sería una sorpresa, compinchada con Evelyn, su esposa y Edric A., el nieto.  El viaje resultó sereno y a las nueve de la noche, nos recogían en el aeropuerto de Fort Lauderdale.
    Me llama la atención la pavimentación de las vías de comunicación, sin desniveles o boquetes.  Han pasado 29 años desde la última vez que visité esta metrópolis.  Rumbo a ‘dountoun’ hay incontables edificios multipisos y otros tantos en proceso de ser construidos. El cemento y los cristales abundan y las calles y avenidas se pierden en la base de los monumentos arquitectónicos.  Noto que la vegetación es poca y más bien decorativa.  Las personas parecen estar concentradas en sus viviendas, en los trabajos y en los ‘moles’.
    Reflexiono y comparo.  En Yahuecas, los montes y los bosques que los tupen, son quienes llenan la vista que me rodea.  El cielo colinda con la copa de los árboles.  En esta ‘ciudad’, se ve por encima y entremedio de formas verticales y horizontales.  Los cielos coinciden en su color.  En mi terruño las montañas aparecen por doquier, allá el terreno es como un extenso plato liso que se pierde en el horizonte, más allá de las edificaciones.
    Disfrutamos de la compañía de nuestro hijo y su núcleo familiar, y también noveleriamos.  Lo primero resulta ser verdaderamente importante y si lo segundo lo hacemos juntos, mucho mejor.  Tuve la oportunidad de visitar las facilidades del Jackson Memorial Hospital, donde trabaja mi hijo y cenamos en el Four Seasons Restaurant donde trabaja mi nuera.  Nos alegramos ante la carta de aceptación y la beca recibida por el nieto para estudiar en la Universidad John Hopkins.
    ¡Qué bien lo pasamos!  La vida continúa.  De mis 7 hijos este ha cumplido 50 años y es el único que vive fuera de Puerto Rico.  En resumidas cuentas, podemos encontrar la belleza y el calor familiar en cualquier ambiente y panorama.  Lo otro es producto de la crianza y nuestra geografía, de haberme acostumbrado y encariñado con el lugar ‘donde mis ojos vieron la luz por vez primera.’

domingo, 29 de septiembre de 2024

¿A dónde hemos llegado?

    La foto que incluyo con este escrito, lamentable-
mente representa el nivel de desvergüen- za, falta de respeto y total desenfoque en la manera de hacer política partidista en el país.  No es solamente el giro malsano que consiste en dejar a un lado las ideas y las soluciones que un aspirante a ser electo puede aportar para solucionar la grave situación por la cual atravesamos los puertorriqueños. Hace muchas elecciones que los partidos y sus candidatos optaron por hacer campañas comercializadas: fotos retocadas, colores y frases pegajosas, como en las etiquetas de los productos envasados, destinadas a ser fijadas en los postes y andamios contiguos a las calles y carreteras.  A ello hay que sumarle las estridentes cancioncitas que emanan de unas gigantescas bocinas enganchadas en camionetas que generalmente están revestidas de los mismos carteles, y el evento culminante; el candidato montado en una improvisada plataforma desde la cual saluda, con aire triunfalista a sus seguidores y a cuántos se encuentran en el camino.  Al igual que una campaña publicitaria, hay oferta de premios para atraer a los clientes: neveras, aires acondicionados, materiales de construcción y asfaltación.   ¡Y muchas promesas!
    Como regla general, no se sabe nada de su capacidad, su vocación y compromiso para servirle al pueblo o sus ideas.
    Lo antes dicho, criticable como es, se queda chiquito ante, “Todo el mundo bellaqueando”, desplegada en una enorme pantalla, a todo lo ancho de la plataforma en la Asamblea de Delegados del PNP, celebrada el pasado domingo 22 de septiembre en el Coliseo José Miguel Agrelot.  Allí estaba la cúpula del partido y era la ocasión culminante para presentar sus propuestas sobre cómo van a gobernarnos de resultar electos; unos 350 aspectos escritos, bajo 10 puntos de alto interés.  ¿Cómo reconciliar la seriedad e importancia de lo último, con lo ocurrido?
    Desde el baile de la Macareno, hemos llegado al ambiente de perreo que hubo en esa asamblea, y a esto.  No podemos echarlo a chiste y tampoco adaptarnos, como lo hemos hecho hasta ahora, a una manera poco seria y más bien superficial y chabacana de tratar la gobernanza del país y a la ciudadanía.  No lo permitamos.

sábado, 7 de septiembre de 2024

DE NUEVO EN EL PROCESO ELECTORAL... 2024

      Digamos que sí, soy de la vieja guardia.  Mi primer voto fue en las elecciones del 1968 y lo hice por un solo partido.  Más adelante me volví a inscribir, ya que me abstuve de votar durante las siguientes cinco elecciones.  En lo sucesivo, mi voto ha sido por candidaturas.   He ‘ganado’ y ‘perdido’, pero lo cierto es que desde hace bastante tiempo, todos los puertorriqueños hemos estado perdiendo. 

    Al país se le ha dado un rumbo lamentable, en el cual la desfachatez, la desvergüenza, el engaño y la corrupción se practican abiertamente y no tienen consecuencias, ni siquiera, proporcionales a los daños que ocasionan.  El cerco de la colonia, hoy, es más abarcador.  Fueron los propios gobernantes puertorriqueños, quienes por razones económicas, optaron por solicitar una Junta de Control Fiscal del Congreso de los EEUU.  A ellos les entregaron el mando absoluto del país.  Otros han privatizado nuestros servicios públicos, aeropuerto y autopistas y se han beneficiado económicamente de ello.  Alcaldes y legisladores que han robado y han sido convictos se convierten en ‘influencers’ mediáticos.  Se han mal administrado y apropiado fondos de emergencia que estaban destinados para atender los desastres naturales que nos han acontecido. 

La comisaría residente, posición que existe en el Congreso para proteger nuestros intereses, públicamente se declara aliada de ellos “para estar en la misma página” y opta por recibir reconocimientos y fondos, precisamente de quienes debería defendernos.             

¿Y el poder?  Un gobernante se vio precisado a renunciar por su prepotencia y mofa hacia los puertorriqueños; otro usurpó el puesto de gobernador durante nueve días y otros políticos y administradores lo usan, desde sus posiciones, para protegerse, obtener privilegios y cubrir sus acciones ilegales e inmorales.      

Mientras todo esto acontece, el país sigue barranca abajo.  Nuestra calidad de vida ha empobrecido: más de medio millón de puertorriqueños ha abandonado la Isla y las generaciones emergentes viven lo más lejos posible de esta debacle y más cercanos a procurar el bienestar de su círculo familiar inmediato. 

¿Qué podemos hacer?  No es mucho, pero definitivamente, la tristeza y el coraje que ello provoca hay que superarlo.  No basta con la queja.  Hay que sacar del panorama a la mayor cantidad de los responsables de nuestros males.  Si los tribunales y las cámaras legislativas se han hecho de la vista larga, si se han convertido en cómplices por inacción, nos corresponde asumir el rol de jueces y aplicar el castigo que se merecen. 

¿Cuándo y dónde?  El día de las elecciones y en la caseta de votación.  Podemos creer que es poco y lo es, pero tenemos que comenzar por algún lugar y ese será nuestro momento.  Tenemos un arma con una sola bala.  Asegurémonos de usarla para eliminar del panorama a los malhechores y luego, mantengámonos vigilantes para que no se traquetee con el proceso electoral.  No hay de otra.  ¡Venceremos!  Esa es mi esperanza.                                             

 

martes, 6 de agosto de 2024

Aguirre; creciendo entre culturas.


    
La familia Vivoni era bien conocida en San Germán.  En ese pueblo viví hasta los seis años de edad, mayormente, en un ala independiente de La Manguera, nombre por el cual era conocida la casa de mis abuelos paternos.  Había estudiado kinder y primer grado en el Colegio San José, con primos y amigos de siempre.
La carretera originalmente estaba
pavimentada en brea.

    Un día, sin cuestionar o entender por qué, Mamá, Papá y tres hermanos salimos en caravana hacia la Central Aguirre.  Dos camiones militares que papá, siendo ingeniero y contratista, usaba en las construcciones y nosotros, en un Ford sedán del 1949.   Cruzamos por muchos pueblos y finalmente, luego de pasar a Salinas, doblamos a la derecha por una carretera estrecha y recta, bordeada de palmeras a ambos lados.                      
    Llegamos a una casa espaciosa, de un estilo diferente, igual a las circundantes; de madera, balcón amplio, de cuatro aguas y techada en cinc.  Allí viviríamos durante varios años y luego, cuando creció la familia, nos mudamos a una un poco más amplia.  En Aguirre viví hasta que salí a estudiar en el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas en Mayagüez (CAAM).  
    Aguirre era un mundo distinto.  Estaba estratificado geográfica y socialmente.  La casa del presidente. Mr. Eugene Rice era la más grande y estaba ubicada en una loma.  Contaba, a cierta distancia, con una tormentera.  En la calle más contigua, estaban las casas de los jefes de departamento, comenzando con la del administrador y así sucesivamente, en forma de abanico, hasta llegar a las casas más pequeñas, las cuales eran ocupadas por los capataces y listeros.  Las residencias más humildes estaban en Montesoria, una villa pesquera que existía antes de que se estableciera el 'Company Town' de Aguirre.  Muy cerca del molino donde se exprimía la caña y se elaboraba la azúcar, los almacenes y
Nuestra segunda casa en Aguirre
 en dirección a la bahía, había un gigantesco muelle y a su lado un 'conveyor' por donde era transportada el azucar a granel hacía los barcos que venían a acarrearla. Igualmente estaba el terminal y los talleres de mecánica de los trenes de carga.  En dirección al poblado estaban las oficinas administrativas y luego el correo postal, el telégrafo, el teléfono, una plaza y un pequeño centro comercial (Supermercado Caribe) que tenía un colmado, farmacia, heladería, fábrica de hielo y una cafetería (El 'Rendevú).  En la esquina estaba el banco federal Credit Unon.  Contiguo, pero con una calle de por medio, el cine y la barbería y más adelante el restaurante de Pedro, el parque de pelota y el
Vista de la bahía, el muelle, molino, chimeneas, almacenes, garage y oficinas administrativas
Hotel Puertorriqueño.  Algo más adelante, el Club Americano, que incluía, bolera, piscina y salon de billar y justo al lado, el Hotel Americano con su restaurant.  Había una escuela pública (Woodrow Wilson) y el Aguirre Private School (educación en inglés).  Otras facilidades incluían una iglesia evangélica, el hospital, el apartamento de las enfermeras, un campo de golf de 18 hoyos y un amplio salón de baile y barra.  En el Club de 'Golf' se daban ciertas obras y programas cantados realizados por los estudiantes de la 'escuelita' bajo la dirección de Mrs. Robertshaw, así como las fiestas que celebraban los 'americanos' de Halloween, de fin de año y de conclusión de zafra.  Eran a dos y tres orquestas: La Panamericana, Papá Candito, El Gran Combó, Pablo Elvira y sus violines, La Happy Hills, La Orquesta de Roberto Ortíz, Los Concertinos y otras. (Ahí aprendí a bailar y a cantar.)  Había a la entrada, luego de la recta de palmeras, una gasolinera y más adelante, una cuadra de caballos, a cargo de Eusebio, que los hijos de los ejecutivos y de ciertos empleados podían usar los sábados para montar, siempre que Mr Bickford le firmase un papelito amarillo autorizándolo.  Había dos clubes náuticos, el 'americano' y el puertorriqueño. 
    Durante la zafra, algunos eventos marcaban el transcurso del tiempo: el pito que sonaba a las 7:30 de la mañana, a las 12:00, a la 1:00  y a las 4:30 de la tarde. Lo otro, era la llegada de los trenes con los vagones repletos de caña.
     Los muchachos sabíamos que el último tren traía la variedad 1020, la más dulce y solíamos correr detrás del vagón final para arrancarle un par de tallos y saborearla.  Esas vías del tren corrían paralelas a la carretera que llegaba a las primeras casas de Aguirre, muy cerca de los manglares.  Muchas fueron la veces que salíamos de noche, con jachos o linternas, a coger jueyes y después a engordarlos para disfrutar de una jueyada.
    Estudié en las dos escuelas de Aguirre, un año en la pública y el resto en la 'americana'; tuve más amigos puertorriqueños que 'americanos' y novias de ambas nacionalidades, incluso una cubana.  Aprendí más de la historia y la literatura estadounidense que de la española o la puertorriqueña.  Hice amistad con pescadores de Montesoria y junto a Rolando Thillet, compañero aguirreño y amigo, salíamos de noche a pescar con ellos. 
    En Aguirre viví dos culturas distintas, a veces contradictorias y en gran medida separadas.  Las  integré junto a las visitas que hacía durante los veranos, a La Parguera, a San Germán y a Mayagüez.  Con este trasfondo, aún viviendo en Aguirre, entré a estudiar a la escuela superior en el Colegio San Antonio de Guayama.  Luego completé un bachillerato en el CAAM, viviendo cuatro años con mis abuelos y tías libanesas en Mayagüez y finalmente ingresé a la Facultad de Derecho de la Universidad de Puerto Rico.      
    Nuestro trasfondo vivencial no determina, pero siempre y en gran medida influye, dependendiendo de cómo lo procesamos, en nuestra presente manera de ser.                             
    

jueves, 20 de junio de 2024

En Radio Raíces, San Sebastían, junio de 2024

     Conversar sobre el tema de la libertad, como he llegado a comprenderla, es una de las actividades más satisfactorias en esta etapa de mi vida. Agradecido a Radio Raíces (San Sebastián) y especialmente a Víctor Rivera Pastrana por haberme invitado hoy a su programa. Igualmente a Martín Arroyo Dávila por la agradable sorpresa de acompañarnos. Al amigo Ramón Edwin Colón Pratts, presidente de la emisora.





















Hoy en el programa Dejando Huellas: Cantata para la Conciencia Edric Vivoni
presentando su libro Caminos de Libertad. Puedes escucharlo: https://www.facebook.com/share/v/kYsewmspVDuLEEpr/