Ayer salimos hacia El Legado en Guayama. Se trató de una invitación hecha por Héctor R. Alicea, ex compañero de estudios de escuela superior de Luchy, fotógrafo y psicólogo. Nos había regalado la toma de fotos de nuestros cumpleañeros en enero pasado y me adelantó algo sobre una sorpresa. El lugar queda en el Barrio Villodas, relativamente cercano a Aguirre, lugar donde me crié. Recordé las correrías sabatinas que un grupo de adolescentes hacíamos desde la Central hasta la Hacienda La Julia. Estaba casi seguro, que más de medio siglo antes, esta era la ruta que seguíamos cuando escapiábamos, a caballo, por los caminos de cascajo. Ahora es un complejo que incluye un campo de golf, villas residenciales y un restaurant. ¡Cómo han cambiado los tiempos!
Llegamos y nos sentamos a esperar a Héctor, sin saber que él era quien nos esperaba. Lo había visto de espaldas, pero no se me pareció; cosas de viejo, acompañada de unas 30 libras que él había rebajado. Finalmente nos acomodamos juntos y disfrutamos de una variada y excelente conversación. Hablamos sobre los compañeros de estudios de Luchy y de él, la creatividad, anécdotas vivenciales, las causalidades, la manera de responder a los desafíos del país y la importancia de apoyarnos en el bien hacer.
En un momento, Héctor abrió un espacio para hacerme entrega de una fotografía artística realizada por él. ¡Me sentí honrado y agradecido! Entre los retos y la soledad que a veces siento procurando un mejor Puerto Rico, ayer resultó en un oasis de aliento. ¡Gracias, Héctor!