sábado, 13 de marzo de 2021

LA JUSTICIA LO REQUIERE

 

         Va desarrollándose el caso denominado; ‘de Manuel Natal y la Alcaldía de San Juan’, pero en realidad es mucho más que eso.  Estén o no conscientes las partes, se dilucida uno de nuestros principios democráticos más importantes: que el poder del gobierno surge del Pueblo.  El mecanismo que se crea para implementarlo es el sistema electoral.  Si una votación o el proceso mediante el cual se cuentan los votos está plagada de irregularidades que empañan la transparencia y la certeza de que los resultados son los legítimos, se violenta, no sólo la voluntad del Pueblo, se lesiona la democracia y la propia constitución.  Por esta razón, este caso es crucial y deberíamos estar atentos a su desarrollo.    

         Consideremos detenidamente algunos de sus componentes.  El escenario es el que clásicamente provee el gobierno para dirimir controversias; un juzgado.  Los argumentos son legales y hay testigos que están aportando prueba sobre los hechos relevantes que le constan.  Debido al interés público que esto conlleva, se está transmitiendo a través de diversos medios.  Nosotros, el Pueblo, estamos recibiendo información para llegar a juicios mejor informados; corroboramos o descartamos lo que hasta ahora habíamos ‘intuido', escuchado y creído.  Resulta interesante que la pandemia no ha sido un obstáculo para que se realice el evento.  Más allá de los resultados, consiste en un buen ejercicio para concientizar, aprender y madurar colectivamente.   

         Dada la realidad política puertorriqueña, el caso tiene otra dimensión trascendental.  Lo que está ocurriendo nos sirve de ejemplo y modelo para diferentes situaciones que afectan otros aspectos de nuestras vidas y que podríamos enfrentar de una manera similar.  La aplicación a Puerto Rico de las leyes de cabotaje, encarecen significativamente los costos de la transportación marítima, en consecuencia, también el de la materia prima que nos vemos precisados a importar del exterior.  El daño a nuestra economía es significativo.  Los puertorriqueños pagamos un sobreprecio de uno 1.2 billones de dólares anualmente y se afectan directa y negativamente diferentes sectores productivos del país, como lo son los medianos y pequeños comerciantes y empresarios, y los agricultores.   

         Un principio legal es que el que le ocasiona daños a otro es responsable

de los mismos y si alguien en posición de evitarlos, no lo hace, también responde por ellos. ¿Acaso no es causante de éste enorme daño que sufrimos, el gobierno de los Estados Unidos? ¿No lo son nuestros funcionarios electos que conociendo del mismo se quedan de brazos cruzados, a veces apoyando su comisión? Ciertamente, detrás de ello está presente nuestra condición colonial, una crasa violación al derecho internacional.

         ¿Qué se requiere?  Preparar un caso.  No tengo duda, que existen todos los ingredientes necesarios para lograrlo, pero esta vez, la audiencia, además de nuestra, será de los estadounidenses y de todo el mundo.                 

lunes, 8 de marzo de 2021

¿EN QUÉ ESTÁN PENSANDO?

   La página tres del diario El Vocero, edición de hoy, bajo el título: Cortos de endosos para elección especial, relaciona en la noticia que Melinda Romero, (hija del ex gobernador Carlos Romero Barceló) quien solamente pudo entregar 255 de los 3,000 que requiere la ley habilitadora de esa elección, radicó una demanda en contra de la CEE alegando que la ley establecía como fecha límite para la entrega el 15 de marzo y no el 8 como indica el reglamento.
    Prima facie, parece que le asiste la razón a la ex senadora Romero Donelly (PNP 1998). Sin embargo su curso de acción legal desvía el asunto crítico y crucial de la llamada elección especial.
    La misma fue aprobada por la pasada administración del Partido Nuevo Progresista, como parte de la reforma de la anterior ley electoral. Se trata de la misma ‘reforma’ que ha sido objeto de múltiples críticas y bajo la cual se han hecho serias imputaciones de fraude.
    En la noticia se indica que los comisionados alternos de los partidos y una representante del presidente de la CEE discutieron, por varias semanas, la disposiciones sobre la elección especial y su reglamento antes de ser aprobados.
    Si entendí bien, los demás partidos estuvieron de acuerdo en celebrar una elección especial con el uso de fondos públicos. ¿Hubo alguna consideración o condición sobre los resultados porcentuales de la consulta sobre estatus?
    Se cita al licenciado Roberto Aponte Berrios, comisionado del PIP, indicando que: “Además de tratarse de una cuestión de principios, lo cierto es que yo no puedo favorecer que se gasten 6 millones en un ejercicio de cabildeo cuando en el País existen tantas necesidades sin cubrir.”
    Creo justo y oportuno que el licenciado Aponte aclare bajo cuáles circunstancias se aprobó la elección especial y cuál es el contexto dentro del cual él expresó no estar de acuerdo con el uso de los dineros, si antes, los comisionados alternos favorecieron la elección especial. Que igualmente, el comisionado del PPD, Gerardo ‘Toñito’ Cruz se exprese y aclare cuáles fueron las consideraciones habidas para endosar el uso de fondos públicos para esa elección especial. (A ambos le cedo espacio aquí para hacerlo.)
   Sin un compromiso vinculante del Congreso y habiendo los Estados Unidos expresado de antemano, que la consulta era deficiente legalmente, ¿cómo es posible que ningún comisionado haya impugnado judicialmente su validez?  Esa debió haber sido la noticia.
  Y me pregunto, ¿si los comisionados no lo hacen, podemos nosotros, los ciudadanos llevar un recurso legal para impedirlo? ¿Colegio de Abogados, Facultades de Derecho, abogados defensores del país, podemos contar con ustedes?