A esta edad ya comienza uno a ver destellos de viajes ciderales. El paso hacia una dimensión distinta a la actual. Queremos dejar huellas que trasciendan. Lo hacemos, usualmente, sin proponérnoslo, pero este proyecto es algo consciente e intencional.
Vivoni
Hace mucho tiempo salí en pos del espíritu del guaraguao. Pensé que la perspectiva de la vida cambia cuando uno vé las cosas desde otra posición...y así ha sido
miércoles, 27 de agosto de 2025
UNO DE MIS EMBELECOS
miércoles, 9 de julio de 2025
¡La raíz de la justicia!
Lugar profundo, oscuro... que a simple vista no es visible y que en algunas especies de árboles muestran el lugar donde enyuntan con el tronco, superficialmente, sobre la tierra. Alguien dijo alguna vez que la justicia en una perra flaca que sólo muerde a los descalzos, pero esa es una verdad profunda, enraizada en un lugar donde la injusticia de las desigualdades prevalece, espacio que existe pero que muchos prefieren no examinar porque pudiese salpicarnos con cierto grado de privaciones y culpa; por decirlo de algún modo…, hemos estudiado para ser profesionales y habiéndinos
'quemado las pestañas', somos merecedores de beneficios inaccesibles a otros menos afortunados. Ese es un dilema de dimensiones político-ideológicas, pero mejor dejémoslo ahí. Concluyamos, destacando que un síntoma visible, para un observador no especializado, es que la población encarcelada, en su gran mayoría, posee una baja escolaridad y cuenta con limitados recursos económicos. A la hora de presentarse ante un tribunal, no es lo mismo contar con el dinero necesario para pagar los servicios de un "buen abogado", que no disponer de ellos. Los resultados suelen ser diferentes.
Vayamos entonces a aspectos más visibles... a esa zona fronteriza entre la raíz y el tronco. Por disposición legal, los nombramientos y la confirmación de los jueces está en manos de los políticos. También es conocida la práctica de los gobernantes de nombrar adeptos a su partido a esas posiciones. Aunque no necesariamente esa manera tiene que resultar en un desvío del sano juicio y la imparcialidad de quienes se desempeñan dentro de lo que llamamos, impartir justicia, los propios políticos se han encargado de politizarlo, al extremo de viciarlo.
Nuestro sistema de tribunales fue creado para dispensar justicia de manera imparcial, pero para que este opere como se supone, (con la intervención, muchas veces del Departamento de Justicia y de la Policía), los puestos tienen que ser ocupados y desempeñados por personas competentes y responsables, conocedoras del derecho, ecuánimes y con una alta vocación de servicio al país. Este es el fundamento que da base a que los ciudadanos confiemos en el sistema y vivamos dentro de un orden y una paz colectiva. Cuando es así, no existen razones justificables o excusas para tomar la justicia en nuestras propias manos. Lo antes expresado equivale a un árbol frondoso que surge de unas raíces sanas.
La realidad en Puerto Rico es otra. Aquí se ha contaminado y corrompido el sistema debido a la intervención de los políticos. Dos casos recintes, demuestran a clara luz, cómo el partidismo ha intervenido para perseguir y perjudicar, al igual que para exculpar y atemperar penas. Han ocupado las primeras planas de los periódicos, los medios televisivos y el internet, dos casos: el de la exrepresentante Mariana Nogales Molinelli y el de la exgobernadora Wanda Vázquez Garced.
La pregunta que huelga es: ¿Y qué hacemos con el árbol maleado, que no da buenos frutos? Ese árbol está a la vista de todos. Lo que es cierto e inevitable, independientemente con lo que hagamos con ese árbol, es que las cortes, como sistema de justicia, no ofrecen al ciudadano promedio, la confiabilidad de que cumplen con su responsabilidad para con nosotros. Porque, despues de todo, el gobierno democrático y representativo, es por y para el pueblo.
miércoles, 16 de abril de 2025
REGALOS DEL CIELO
Ayer salimos hacia El Legado en Guayama. Se trató de una invitación hecha por Héctor R. Alicea, ex compañero de estudios de escuela superior de Luchy, fotógrafo y psicólogo. Nos había regalado la toma de fotos de nuestros cumpleañeros en enero pasado y me adelantó algo sobre una sorpresa. El lugar queda en el Barrio Villodas, relativamente cercano a Aguirre, lugar donde me crié. Recordé las correrías sabatinas que un grupo de adolescentes hacíamos desde la Central hasta la Hacienda La Julia. Estaba casi seguro, que más de medio siglo antes, esta era la ruta que seguíamos cuando escapiábamos, a caballo, por los caminos de cascajo. Ahora es un complejo que incluye un campo de golf, villas residenciales y un restaurant. ¡Cómo han cambiado los tiempos!
Llegamos y nos sentamos a esperar a Héctor, sin saber que él era quien nos esperaba. Lo había visto de espaldas, pero no se me pareció; cosas de viejo, acompañada de unas 30 libras que él había rebajado. Finalmente nos acomodamos juntos y disfrutamos de una variada y excelente conversación. Hablamos sobre los compañeros de estudios de Luchy y de él, la creatividad, anécdotas vivenciales, las causalidades, la manera de responder a los desafíos del país y la importancia de apoyarnos en el bien hacer.
En un momento, Héctor abrió un espacio para hacerme entrega de una fotografía artística realizada por él. ¡Me sentí honrado y agradecido! Entre los retos y la soledad que a veces siento procurando un mejor Puerto Rico, ayer resultó en un oasis de aliento. ¡Gracias, Héctor!
lunes, 3 de marzo de 2025
MISIÓN CUMPLIDA, PERO ES BUENO VER Y COMPARTIR LO QUE OCURRE TRAS BASTIDORES
Actualizando, recogiendo y organizando mi estudio/palomar, me topo con un cúmulo de escritos: cotizaciones, mensajes, apuntes y prototipos, así como discos (CD) relacionados con la publicación de mi último libro; Hacienda Luz de Luna, 1883-2024, Pasado, presente y futuro. Encierran una historia llena de: esfuerzos, logros y fracasos, alegrías y tristezas. Por eso mi tendencia a guardar y almacenar tanto. Son de valor, pero a mi mente viene el recuerdo de la experiencia cuando, junto a mis hermanos, dispusimos de las muchas 'cosas valiosas' que pertenecieron a nuestros padres, luego de que ambos fallecieron. Unas las distribuimos entre nosotros, otras se subastaron, se donaron y otras, sencillamente se desecharon. En ningún caso, llegaron a poseer el valor y significado que le dieron nuestros padres y que les motivó a retenerlas. ¡A los 80, uno se detiene a analizar estas cosas! De manera que sí, voy a disponer de ellas, pero antes echo mano de la tecnología; las fotografío, escribo y publico al respecto. Ese precisamente es este escrito.
¡Fueron alrededor de tres años!
Coordiné, sobre la marcha, el tiempo que diariamente habría de dedicarle al proyecto para acoplarlo con el tiempo y atenciones a mi esposa, hijos, tareas en la finca, citas médicas y otros compromisos. Resultó que las noches y la madrugadas brindaban los mejores momentos.
Fue necesario determinar sus propósitos específicos, organizar las ideas, superar estados de ánimo y adentrarme en: introspecciones, reconocimientos, realizaciones, investigaciones, recopilaciones, así como en seleccionar y ordenar.
Elegir el programa (Publisher) para escribirlo y el que utilizaría para trabajar las fotos (Photoshop).
Hice múltiples pruebas de impresión para corroborar, ajustar y corregir.
Coordiné con mi esposa Luchy, mis siete hijos, mis cuatro hermanos y cuatro cuñados para que sometiesen sus biografías y las fotos familiares de sus respectivas 'tribus' que me propuse publicar en la parte final del libro. Edité sus escritos y creé una secuencia coherente entre todos ellos.
Imprimí, en blanco y negro, el libro completo y se lo remití a su editora. Esperé e integré sus recomendaciones así como otras mías. Seleccioné la casa impresora y con ellos acordé la calidad de papel, color y fuerza de la tinta en las letras.
En este caso, comencé con una publicadora y luego de dos muestras y varias reuniones en el área metro, fue necesario cambiar a otra, toda vez que carecía de la capacidad tecnológica para tratar con las fotos a color. (Algo que me aseguraron tener al inicio de nuestro trato.) Con la segunda, hubo que leer y releer varias veces el libro, ya que ocasionalmente surgían variaciones en la continuidad del texto, al pasar de una página a otra. Esto en parte de debió a que había que hace una conversión de Publisher al programa que ellos utilizaban. Ello me dió la oportunidad de encontrar y corregir algunos errores ortográficos y de diseño.
Américo, Adrián y yo el día que
completamos la revisión del libro.
Foto cortesía de Luchy VivoniFinalmente, el último día de diciembre del 2024, celebramos en la impresora, el haber completado todas las correcciones del texto y las fotos. Llegamos a casa por la noche y envié una breve nota, reiterándole mi agradecimiento y mencionando que lo que no habíamos revisado el día anterior era la portada y la contraportada. De vuelta, recibí una respuesta y la foto de ambas. ¡No aparecían las correcciones que le había hecho y enviado!
Luchy y yo decidimos dar un último viaje a Humacao para asegurarnos que todas las correcciones, incluyendo las de la portada y contraportada se hubiesen registrado. Pero, lo que pareció un inconveniente, digamos, un fallo, se convirtió en una oportunidad.
Hacía días que había visto, en varios lugares de nuestra casa, lo que pensé que era un libro y que la curiosidad me llevó a examinarlo. Se trataba de un diario de apuntes de Luchy del año 2002 y en su puño y letra, el primer registro se titulaba, La libertad. ¡El tema que me apasiona y que ha sido objeto de dos libros anteriores! Igualmente, había recibido una foto de la pintura al óleo que realizó Ángel Ballestero Pinazo, siendo yo el modelo. ¿Perder esta ocasión para diseñar e incorporar dos páginas al final del libro? ¡De ninguna manera! ¡Ahí están!
Bien. Ahora estamos listos para echar lo material a la basura. El sentimiento, las emociones y algunos eventos ya han sido registrados y compartidos con ustedes. ¡Hasta pronto! Porque al final de un proyecto, y mientras el día y la vida duren, se comienza otro.
domingo, 16 de febrero de 2025
POR FIN... El libro sobre la Hacienda

martes, 14 de enero de 2025
domingo, 5 de enero de 2025
Eliezer y la ‘Democracia’ Puertorriqueña