Escucho el
sarcasmo, la mofa y el cinismo hiriente de algunos de los nuestros respecto al
resto de nosotros. ¿Indignación? Es poco práctica. Insignificantes sus
resultados para combatir la ofensa.
[¿Guardo
silencio o me contamino?]
El análisis
radial versa sobre una resolución aprobada en el Senado de Puerto Rico para
investigar actuaciones del gobierno federal imponiendo multas a caficultores
por no aplicar el mínimo de salario de EEUU a los cogedores de café. (Durante más de un siglo la recolección se
paga por volumen; o sea, por almud.) Alguien
comenta: ‘se trata de la colonia al desnudo’.
[Me
contamino.]
Ese
señalamiento ha sido el cuento de radicales; un grupito que pertenece a la
historia y cuyos portavoces eran ‘comunistas’. Lo que les queda es el derecho al pataleo. A
la nueva generación poco le importa. Nos
acostumbramos a mirar pa’l otro lado, a pensar y procurar las cosas que se han
convertido en trascendentales…el dinero y las posesiones. La honorabilidad y el respeto se han
redefinido. En nuestro hogar mandan
otros y una vez se descubre y se reconoce; se acepta. Nos adaptamos a los secuestradores, a los
abusadores y a los violadores. Tan es
así, que divulgamos sus acciones. ‘Lo
importante es que to’el mundo esté bien enterao.’ [Qué pena.]
Comentamos y documentamos entre nosotros nuestras propias desgracias,
pero sin formular soluciones, sin proveer salidas. El asunto termina masticando la chuleta
con que nos atragantan para taparnos la boca, pa’que no protestemos. [¡Qué salto!]
La ofensa y
el abuso de los tiranos no debería comentarse. Tampoco
analizarse. Se denuncia, se condena y se combate.
Taino y carnero de pie |
¿Y aquellos conscientes del agravio? ¿Los
capaces de establecer la relación causal entre la dependencia y el daño? Cada uno en su propio rollo. Los patriotas son como carneros solitarios. Los hay así… y los hay corderos.
¿Dónde
están las ideas sobre cómo alcanzar nuestra apremiante y necesaria transformación
colectiva? ¿Existen? ¿Quiénes son sus proponentes? Probablemente los hay. Los ‘remedios’
parecen parchos que prolongan la caída. No
son cónsonos, o lo urgente que requiere la situación. Siendo la injuria que recibimos como pueblo una
diaria, la solución no puede esperar al próximo periodo eleccionario. Seguiríamos
en más de lo mismo.
La Patria sale de adentro |
[Me lo saqué del sistema. No he ido más allá de un mero exorcismo. Por eso dije al principio que ésta no es la
manera de combatir la ofensa. La que
verdaderamente importa sigue intacta.]
En
el mientras tanto, en lugar de seguir sintiéndonos oprimidos e impotentes, concentrémonos
en lo interno y expresemos externamente (en nuestra esfera de acción individual)
lo mejor de nosotros. Pensemos en todo
lo justo, lo noble y lo recto; y vivamos de acuerdo a ello. Ahí
nadie puede detener el que hagamos Patria. ¡La alcanzaremos colectivamente!