jueves, 7 de abril de 2022

¿QUÉ ES LO QUE VERDADERAMENTE CREEMOS Y QUEREMOS?

        Una expresión de indignación o un montaje publicitario:  Dos actores de cine, la noche en que se otorgaban los óscares; uno dio y el otro recibió un bofetón.  Ayer, otro incidente entre el ex candidato independiente a la gobernación, el ingeniero Eliezer Molina y el presidente de la Cámara de Representantes, licenciado Rafael ‘Tatito’ Hernández, en Las Mareas de Salinas.  En realidad, los dos acontecimientos, por muy distantes que parezcan, representan maneras de pensar y de actuar.  En ambos casos, hay quienes aplauden y quienes critican. 

    Analicemos a ‘nuestros políticos’ dentro del ámbito del respeto y la capacidad del ser humano de encontrar soluciones armoniosas.  Es innegable que Eliezer tuvo el valor, junto a la Representante Nogales Molinelli, de traer a la luz pública serios daños ambientales que se desarrollaron dentro de un meollo de ilegalidades, privilegios obtenidos a través de conexiones, amenazas, silencio y corrupción.  Nada es más obvio que el cuerpo del delito; las fotos del área donde se destruyó el mangle y se rellenó, la existencia misma de las construcciones, las tomas de agua y de electricidad y la identificación de los titulares.  ¿Qué hubiese sucedido si la siguiente hubiese sido la expresión de Eliezer al Senador? “Señor Hernández, me alegra que usted, como Presidente de la Cámara de Representantes, se haya trasladado hasta aquí para inspeccionar la situación que ha estado ocurriendo en Las Mareas.  Estoy a su disposición para mostrarle mis hallazgos y para ayudarle, en todo lo que esté a mi alcance, para lograr una solución.” ¿O qué tal si el Presidente de la Cámara le hubiese dicho a Eliezer?  “Señor Molina, agradezco la iniciativa que usted se ha tomado de traer a la discusión pública lo que ha estado ocurriendo aquí.  Por favor acompáñeme en esta travesía, para que me muestre sus hallazgos y me ayude con las soluciones.”  

        No ocurrió de ese modo.  La gran pregunta es: ¿Y por qué?  ¿Será que estamos tan polarizados que perdemos de perspectiva que lo importante es resolver la situación y convertimos la situación en el escenario donde expresamos nuestro polemisaje?  ¿Qué vamos a hacer nosotros, el pueblo ‘espectador’, darle la razón a uno o al otro?  ¿Dividirnos entre quienes aprueban o desaprueban?  ¿Celebrar victorias o lamentar derrotas personales de nuestros líderes?   La situación existente en Las Mareas de Salinas es muy seria.  Va más allá de un grave daño ambiental.  Requiere de un esfuerzo legítimo y de buena fe de todo puertorriqueño; porque el país que necesitamos y queremos no es uno de dimes y diretes, de pequeñas o grandes victorias ‘personales o partidistas’.  Queremos que se hagan bien las cosas y se acabe con la corrupción y los abusos.                                         

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