CESCO permite el pago de multas por internet, pero no así cuando aparece, en ‘su récord’, una multa previa sin pagar. Ese fue mi caso, de manera que salí temprano para Ponce a resolver el asunto. Voy a pagar un boleto por ir a 55 mph en zona de 45 en mi Mustang convertible. Ese vehículo es un regalito por el cual esperé quince años y que finalmente logré hacerme, a los 76 y con unas cuantas dolamas encima. ¿Apelar? Nada de eso. Lo cierto es que, tras la larga espera y dado el modelo del auto, se me fue el pié y violé la ley. El día en cuestión fui a pagar, acogiéndome al 30% de descuento que se le provee a quienes lo hacen antes del mes.
Al
llegar a la Colecturía (detrás de CESCO) me preguntan si tengo una cita.
¿Cita? ¿Para pagar una multa de tránsito?
“Así es
señor, tiene que sacar una cita por internet.”
La Constitución
de Puerto Rico, nuestra ley más importante, establece que el gobierno es del
pueblo y para el pueblo. Esto no es algo
de naturaleza liviana. Se trata de un principio fundamental de nuestra vida
colectiva en el cual resulta mandatorio que las entidades gubernamentales estén
al servicio de la ciudadanía, ya que ésta es, por decirlo de una manera
comprensible, los que tienen el poder y mandan.
¿Cómo es posible que cuando la Policía expide
un boleto de tránsito, este, inmediatamente aparece en CESCO, en ‘el récord’
del ciudadano, pero no así cuando el mismo es anulado por un tribunal? ¿Por qué le corresponde a la persona multada
guardar la resolución del tribunal, luego llevarla a la agencia gubernamental,
hacer largas filas e invertir tiempo y dinero en hacer la gestión? ¿Cuántas personas, ante los inconvenientes y
gastos que conlleva viajar desde otro pueblo y encontrarse en la agencia, optan
por pagar la multa que ya fue anulada por el tribunal? ¿A qué se le da más importancia, el servicio
que debe brindársele al ciudadano o al dinero que se le saca de manera
‘indebidamente legal’?
CESCO ¿Será verdaderamente el Centro de Servicios al Conductor o será que se quiere proyectar, con ese nombre, la ilusión de un servicio que verdaderamente no honra su nombre?