jueves, 26 de mayo de 2011

Mundos Paralelos

         La vorágine se origina ante cualquier combinación de factores: intensos o extensos, significativos y minúsculos, próximos o remotos.  El daño fluye de su presencia; basta con su aparición en las vidas que luchan por la sobrevivencia, aquellas que constituyen la mayoría de  quienes existen a éste lado de la realidad.  
          Nadie educó para percatarse o distinguir cuáles son sus elementos, tolerar la presión y la ansiedad que genera y mucho menos, sobre la manera de superarla; por eso la respuesta es básicamente el aislamiento geográfico, intelectual o emocional.  Se perciben sus efectos sin descifrarlos, mediante sensaciones inconexas y en actitud defensiva.
          Es el mundo compuesto por el trabajo obligatorio, monótono y esclavizante; del deseo por obtener cada vez más, donde nada es suficiente y siempre se desahorra; el de las relaciones desgastadas, porque se vive de apariencias y sensaciones pasajeras; donde se destaca la superficialidad tras el brillo de los ídolos del cine, el deporte, la política y la canción… y las malas noticias son nuestros acompañantes despertinos y crepusculares; el de la intromisión, limitación, reglamentación y facturación gubernamental que merma lo que por derecho es propio, incluso lo elementalmente perteneciente a la autosuficiencia.
          Por eso, en éste otro territorio, no se compran los periódicos, se va muy poco a los ‘moles’, se mantiene al margen la política partidista e internacional, no hay tarjetas de crédito o chequera y se es selectivo respecto a las áreas legalizadas para desobedecerlas clandestinamente. Existe autoridad propia.  En la jurisdicción donde se ejercita la libertad, hay vida.  Es un reino, una realidad simultánea que ocupa el mismo tiempo y espacio, y que también surge independiente.  Aquí fluye y florece el ser.  Un escenario para descifrar a Dios, reestructurar la morada, establecer y reinventar, formular estrategias, ser feliz; en fin vivir... y de eso se trata.



Desde La Casa Grande
Hacienda Luz de Luna
Barrio Yahuecas
Adjuntas, Puerto Rico

1 comentario:

  1. Guaitiao, 100% de acuerdo en que "la vida" es un cambio constante de posiciones y perspectivas. Y cuando la vorágine se torna antipática es cuando comenzamos a experimentar (crecer) que nuestra responsabilidad es vivir en este mundo como se "vivirá" en el "otro territorio." Intentar fugarse de "este" mundo (paralelo) pudiera ser no tener una perspectiva educada del otro mundo (paralelo). Alguien a quien tu conoces dijo: "he aprendido a vivir contento, cualquiera sea mi situacion." Vivia en el paralelismo de los mundos y no en "el uno o en el otro." Creo que el "espíritu del guaraguao" lo saco de la miopía en que vivía.

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