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sábado, 22 de noviembre de 2014

Piso 12

   Describo la vista desde el balcón de ‘la casa’ de mi suegra, comparo y reflexiono.
     
     Observo desde el piso doce en Guaynabo, supongo que en dirección hacia el Oeste.  Altos edificios, un generador de viento detenido; hay árboles y palmeras, tórtolas que arrullan.  Aún en los balcones hay verdores.  Y es que somos caribeños, hijos del mar y el sol…y la sombra nos refresca; anima el alma.  Casi siempre lo pasamos por alto, pero eso somos y tiene significado.
   A lo lejos, los montes.  Están empañados con una cortina de humo o de bruma.  Nos recuerda un pasado de vida. Bajamos de las montañas; de allá de “la serranía donde vive mi ilusión”. 
     El generador sigue detenido.  El sol calienta las fachadas Este.  Allí para subir y bajar se requiere de ascensor.
   ¿Qué hace la gente un domingo?  Descansar, ir a la iglesia, ver televisión, textearse, salir a desayunarse, a pasear.  Supongo que algunos laven su carro o hagan el patio.  Son miles de dramas humanos desconocidos.  Y estando juntos todos, estamos aislados.  ¿Quién vive abajo, arriba, o al lado?  ¿El buenos días estará reservado para los que coinciden en el cajón?  Quiero pensar que una sonrisa para el celador del control de acceso.
      Acá, arriba no es mí arriba.  El mío amanece con gallos cantando; con la humedad y el frío de la quebrada y el río, con olores a flores, a hierba…brillan los serenos y el ojo capta espacios abiertos.  Vivo en lo alto, pero en un alto distinto.
     Cuando el sol calienta mi casa, ella me habla con rechinos y tambores.  Cuando llueve, escucho la melodía que componen el agua y el cinc, y los verdores aumentan su intensidad, el río brama, el cangilón se hincha y se tiñe de ocre.
     Allá o acá, son dos mundos que forman uno. El hoy y el hoy diferentes, distantes entre sí, pero presentes.  En fin, un domingo cualquiera en un lugar especial;  ¡Puerto Rico!

Edric E. Vivoni Farage
Desde donde vive Doña Luz
9 de noviembre de 2014
eevf(c) 2014

viernes, 29 de noviembre de 2013

¿El Dios-hombre, o el hombre-dios?

…Y estaban ambos desnudos, Adan y su mujer, y no se avergonzaban
…No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.  Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos.
…Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y escondime.  Y díjole: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?       [Citas del libro de Génesis]


        Juan Salvador Gaviota, la fábula escrita por Richard Bach, trata sobre un ave que narra su aprendizaje sobre el vuelo y la superación en la vida.  Publicada en 1970, en menos de dos años vendió más de un millón de copias. 
Lion King es una producción cinematográfica animada, estrenada en 1994 por Walt Disney Productions.  Ganó varios premios y para el 2011 había generado $961 millones de dólares en ganancias. Sus personajes son animales de la selva y la trama versa sobre diversas intrigas relacionadas con el joven sucesor de un león.
  El desenlace es su triunfo sobre la culpa y el atentado para impedir que llegase a ocupar el trono. Similar ventura es la de Avatar.  Una película sobre humanoides inaugurada en diciembre de 2009.  Ha sido la más taquillera en la historia del cine, logrando además ser la primera en sobrepasar la barrera de los 2,000 millones de dólares en recaudaciones.  Es interesante el paralelismo entre Pandora, una luna del planeta Polifemo, y el Edén respecto a la existencia de dos árboles como fundamentos de vida.  En el film prevalece la defensa de una raza, su idiosincrasia y armonía con el medio ambiente, y la derrota de la explotación de los recursos minerales por una empresa terrícola que representa un conjunto capitalista, científico y militar.
En las tres historias se recurre a técnicas que trascienden la realidad humana y animal, para ilustrar el triunfo del esfuerzo, las convicciones, la perseverancia, la veracidad y la nobleza; sobre  las limitaciones mentales, la envidia, las maquinaciones engañosas, la fuerza bruta o tecnológica y el abuso.  Al final de cuentas, vence ‘el bien’ sobre ‘el mal’.  Contrastan con el relato bíblico al lograr que el público se adentre en el contenido temático y aleccionador sin cuestionamientos o suspicacia.  Para algunos, el relato del libro de Génesis es una metáfora, razón por la cual rechazan o desconsideran la enseñanza comprendida en el mismo.  [Curiosidades de los seres humanos que amerita mayor análisis.]  
Más allá de nuestras  inconsistencias, en la motivación y la intensión tras las acciones existe una enorme diferencia.  Ni siquiera el uso de idénticas palabras garantiza que hablemos sobre el mismo concepto.  El amor que consiste en darse, en servir, en esperar lo bueno, el que todo lo cree y soporta, el que es misericordioso; no tiene el mismo significado que el que expresa un ‘te amo’ del galán de la novela cuando enamora a la esposa de su mejor amigo.  Podrá ser apasionado y cautivante, pero tras esa expresión existe un fundamento egoísta.   El mismo que existe cuando se dice ‘serás para mí o para nadie más.  Otra situación paralela  es el uso de armas para combatir el mal y mantener la paz.  Las fuerzas de paz, al referirse al ejército de la ONU, es un enorme contrasentido. De manera que además de la palabra que se pronuncia, hay que adentrarse en su entonación, intensidad y motivación; hasta llegar a lo profundo del corazón, pero aún éste a veces nos engaña.  
En cuanto a las tres obras previamente referidas, la victoria del llamado bien sobre el mal, ¿será la obtenida por el hombre-dios o por Dios en el hombre?  Ambos puntos de partida y de destino están contrapuestos. El primero representa al hombre endiosado; el segundo, al que vive conforme a los criterios de Dios.  El egoísta procura su propio interés por sobre el de los demás; es aquel cuya moralidad se fundamenta en la afirmación de sí mismo, que convierte sus criterios personales en fuente de creencias y comportamiento, que a su manera ejerce una religión... y juzga a Dios.  El otro vive el amor y el servicio; coopera y colabora con los demás y al hacerlo no espera nada a cambio pues su recompensa está precisamente en hacerlo.  Trabaja y es responsable, pero no se afana o estresa. Mantiene un justo balance entre la atención a su familia y sus demás actividades.  Es comedido, paciente, íntegro y se desempeña con excelencia, pues todo lo que hace, lo hace como para Dios.
Destaco las realidades de dos reinos que ocupan un mismo tiempo y espacio.  En uno se vive y se muere, o se sobrevive por el esfuerzo propio; en el otro la vida es abundante, no importa cuáles sean las circunstancias, aún más allá de la muerte.  [Ver en éste blog: http://wwwedricvivoni.blogspot.com/2013/04/cual-y-en-quien-prevalecera.html  
     Por cierto, hay uno que se humanó y se dio a sí mismo en una cruz para que tuviésemos vida.  Precisamente es su nacimiento, hace 2013 años, el que celebramos el 25 de diciembre. Examinémonos y permitamos que sea en nuestro pesebre el lugar donde Él more y reine...y nunca estaremos desnudos.  Feliz manera de celebrar la Navidad.  Próspera Vida Nueva en lo por venir.

lunes, 28 de enero de 2013

De la montaña a la mar


       Es mayo y en el mes la lluvia ha sido copiosa. Bajamos hacia la costa por la ruta de Duey desde el vallecito encantado entre los montes de Yahuecas donde vivimos. Lo hacemos en paz. Queremos capturar instantes de belleza y majestuosidad de los picos más altos para un proyecto fotográfico que juntos ideamos. 
Irma, Carlos Manuel, Edric y Luchy en la caseta de La Parguera
   Circundamos a Yauco y a Guànica camino a La Parguera.  Este fin de semana lo vamos a pasar con Irma y el primo Carlos Manuel.  La invitación culmina mutuas expectativas de compartir y llevamos una buena provisión de chinas, plátanos, mafafos, calabaza, dulce de limón y queso del país. Tras doblar la curva de los recuerdos y las tres lomitas en la carretera, arribamos y nuestros anfitriones nos presentan para completar la mixtura; pescado y otras tantas exquisiteces.
   El muellecito nos conduce a la casita de madera tricolor: amarilla, verde chatrè y azul claro.  Respiro el salitre y nos acomodamos.  La cena incluye capitán a la barbacoa con tostones y nos chupamos hasta los dedos saboreándolo todo. Salimos caminando hacia el poblado, pero ya no es como antes y decidimos buscar el auto; así tienen que disimular menos las extremidades inferiores. 
     Todo ha cambiado mucho desde los veranos de la infancia que pasé con mis abuelos paternos. Aquella casona verde en el pequeño cerro, de blanco balcón balaustrado, puertas de celosías, reposaba sobre altos y enfilados socos. Alrededor, la de los Ramírez, Mercado, Cabassa, Martín y alguna otra que no recuerdo. Desde allí descifraba, cerca de las once, los puntitos blancos en el horizonte marino; los veleros improvisados por pescadores de sueños que regresaban con la anzuelada. El mar siempre estuvo moteado con mancharones verdes, siendo el mayor de ellos, Magueyes, el islote convertido en zoológico. Aprendí de niño a comprar pescado en el muelle. Con peso y medio conseguía meros, pargos y arrayados y por diez centavos más, me los entregaban escamados y limpios.
Victor, Carmen R., yo, Tía Regina,  Tata Fina, Abi, Chiqui, Abuelo





   En las tardes era el chapuzón del grupito de primas y primos, de algunos amigos y amigas en el ‘Bañito de Abi’. Así llamé siempre a mi abuelo. Era una casucha, la primeriza de otras cientos que con el paso de los tiempos llenaron esa parte de la zona costera.  Sus maderas eran lanudas, curtidas por la sal y la brisa; el techo era de cinc en dos aguas. Un cuartito con un banco para cambiarse los varones y al otro lado, el de las muchachas. Hacia el mar un balconcito, una escalera, una verja de alambre coronada por una tabla que sobresalía como un pie y enmarcaba el área de nado de unos 12 x 24. En el fondo, arena de Playita Rosada que se traía todos los años.
     Pero como dije, ha sido mucho el cambio. Es sábado en la noche y hay un tropel de juventud luciendo modas y estilos, muchachas exhibiendo las carnes fronterizas, ‘raperos’ y todo lo que ha llegado después y que me resulta extraño.  Es el ‘compartir moderno’ que se da en docenas de kioscos y barras que responden al nombre de ‘pubs’, dentro y frente a los cuales se compite y ‘socializa’ bajos los efectos del licor.
     Atrás quedó la tienda de Don Fei y su violín nocturnal, el llanito donde se colocaba el palo encebao, la manada de cabras, las cerdas que joseaban entre el agua y el fango, el cielo lleno de tijerillas, gaviotas y pelícanos, los miles de cangrejitos, el cine sabatino de siete chavos (un cepo de sacos de papa tejidos y amarrados entre bambúas, con banquitos sobre el cieno seco luego que bajaba la marea y por cubierta, la intemperie). Lejos está aquel cafetín de la esquina con la vellonera y las canciones de Felipe Rodríguez, los Churumbeles de España, Sarita Montiel con su fumando espero y aquello de…“en una jaula de oro, pendiente de un balcón se hallaba una calandria cantando su canción”.
Los cayos de La Parguera/ conglomerado de barcos a la izquierda
   Regresamos y el primo y yo conversamos hasta horas de la madrugada sobre las cosas importantes de la vida.  ¡Claro que siguen existiendo!
 Cuando amaneció, desperté primero y en la tranquilidad de la terracita olvide las añoranzas del pasado, recuperé el presente y la alegría de la vida y escribí:
     “El sol baila la danza de las olas. Miro desde el balcón de la casita de Carlos Manuel el mangle; la madeja de raíces apuntaladas que sostienen las copas de menudo verdor. Sus saetas y lanzas añoran el agua y procuran saltar rumbo a la gravedad.”
     “Hombre y flora comparten - las aves marinas revolotean y a la distancia el resplandor del astro se convierte en plato diamantino.”
     “Los botes anclados forman hileras de parchos albinos; de antenas inquisidoras que miran al cielo; que duermen y sueñan con vibrar y sentir la tensión cuando el ser que vuela bajo las olas se ensarta y se rinde precisamente en el momento de su victoria sobre la carnada.”
   “Hay pasadizos entre islotes y cayos - nidales de garzas y pargos. El hombre marca sus contornos desde el fondo, delineando la navegación asegurada.”
   Desayunamos en el Villa Parguera.   Meditamos, dialogamos, bromeamos, sacamos fotos y películas de lo que mañana serán recuerdos del pasado.
Capitaneando El Bohique
   Capitaneé al velero Bohique y bajo las instrucciones de Carlos, fondeamos para darnos un chapuzón en Cayo Enrique, cerca de donde el pariente Geño Ramírez Acosta construyó una caseta de la cual sólo tres pilotes han sobrevivido los embates huracanados.
   Tarde en la tarde recogimos sin prisa, habiendo saboreado cada instante. Partimos con la misma alegría, pero mas completos y enriquecidos que cuando llegamos.  Luchy y yo hablamos por todo el camino; analizamos y agradecidos concluimos que tan sólo ha quedado pendiente la subida de estos primos del mar a la montaña.   
 
(Escrito original es del 8 de junio de 2005. Le obsequié una copia a Carlos Manuel que exhibe en su caseta.) 

sábado, 3 de noviembre de 2012

El reconocimiento, las contradicciones y la libertad


       Existe una natural tendencia entre los humanos de querer ver en los demás el efecto positivo de aquello que brota de nuestro interior y que expresamos.  Todo comienza con la celebración de la concepción y termina en el velorio de la muerte. ¡Cuántas etapas intermedias son marcadas por el reconocimiento!  Las primeras palabras y pasos, las calificaciones y las graduaciones,  los cumpleaños,  los noviazgos, los compromisos y las bodas, la llegada de la prole con sus presentaciones y bautismos; nuestros aniversarios, automóviles, sueldos, residencias, oficinas, vacaciones y ejecutorias; todo está ligado tanto al elogio como al menosprecio de los demás.  En mayor o menor grado nos formamos en medio de lo que otros opinan y hemos aprendido a incorporar la crítica a nuestro estilo de vida.
      Cuando se actúa, se canta, se pinta, se esculpe y se escribe, sucede igual.


Cervantes      Góngora      Barbosa      Albizu      Muñoz      Ferre      Romero
Y hablando de escritos y escritores, Góngora estuvo 300 años olvidado en una biblioteca, para luego ser 'descubierto' y hay quienes no tienen idea de quien fue, otros relacionan su nombre con la literatura española y algunos se han dedicado a estudiarlo, interpretarlo y comentarlo.  ¿Cervantes?...no creo que en sus sueños pensó que El Quijote llegaría a ser lo que es.  [¿Y qué es lo que es?] Por otro lado, las personas no somos tan consistentes como creemos.
         El Dr. José Celso Barbosa escribió el siguiente editorial en El País, su periódico, el día 20 de abril de 1898, poco antes de la inminente invasión de los Estados Unidos: 1

“Dicen que dijo el yankee con inaudita soberbia y nunca oído atrevimiento: ` ¿A qué comprar San Thomas, si podemos tomar a Puerto Rico? …´ ¡Podemos tomar a Puerto Rico! … Tomarían las ruinas de nuestras viviendas, los campos desolados y entristecidos, los valles cubiertos con nuestros despojos mortales, la isla convertida en tétrica espantosa soledad; pero no tomaréis, ¡juro a Dios!, ni un solo puertorriqueño con vida, ni un escombro aprovechable. No oiréis un solo gemido que pida compasión ni una sola lágrima veréis que indique miedo.”
“Vuestras pequeñas grandezas no nos seducen, ni nos marean vuestros millones, con tanto empeño, contados. Somos españoles, y en esa cualidad fundamos nuestro orgullo; rechazamos vuestra conducta absorbente, y nos reímos sin temor de vuestro deseo de tragaros la América entera.”
No queremos desaparecer del planeta de modo ignominioso; y como con vosotros antes de cincuenta años no quedaría de nuestra raza ni el recuerdo, ni costumbres, ni tradición, ni nada, JURAMOS antes morir que ser esclavos vuestros, JURAMOS que al lado de nuestro ejército valiente lucharemos hasta vencer, o moriremos  a la sombra de la bandera de Castilla” 

   Ocupado San Juan por los invasores estadounidenses, ese mismo Barbosa cruzó la Bahía de San Juan en un bote para ponerse bajo las órdenes de las fuerzas invasoras.  

             El Muñoz Marín de los 40 no es el mismo de los 70.2  


"Habiendo llegado el momento, y habiendo llegado súbitamente, nuestro  problema es  cómo dejar de ser colonos en la forma que garantice la mayor integridad, la mayor civilización, la más digna paz y tranquilidad y la más verdadera justicia nuestra nacionalidad. Esto me hace repetir que tenemos que crecer hoy mismo.
¿Qué es lo primero, lo inmediato, que tenemos que hacer para crecer?  Lo primero es saber oír la verdad que a menudo hemos sabido decir. Casi todos los hombres saben, en ocasiones, decir la verdad.  Pocos saben oírla, salvo en los pueblos muy libres. La verdad inicial, según yo la veo, es que nuestro espíritu ciudadano no iguala a nuestro patriotismo. Nuestros sentimientos patrióticos son mucho más fuertes que nuestra responsabilidad ciudadana. Para crecer es necesario que el espíritu sereno de responsabilidad ciudadana sea tan fuerte como el sentimiento emocional del patriotismo..
La segunda verdad, que viene inmediatamente después de la primera en Puerto Rico, es que ningún país gobierna a otro, a la larga, para beneficio del país gobernado.  Se pueden dar ocasiones, como la actual ocasión en los Estados Unidos, en que se trate sinceramente de hacer justicia al país gobernado, pero esas son ocasiones fuera de  todo el proceso histórico, casualidades, agregación fortuita de circunstancias que pueden ser efectivas mientras duren, pero que jamás pueden durar por mucho tiempo….
Y esto es lo que ha traído frente a frente al destino, frente a frente a la inevitable - si es que alguno quisiera evitarla -  Independencia.”
    
      En 1952 los pensamientos de éste hombre eran precisamente los que había criticado pocos años antes.
     No sólo ocurren tales variaciones, sino que alteramos la realidad de otros.  La historia tiene sus vericuetos;  patriotas desacreditados y traidores enchapados de 'patriotas'.  Por ahí andan los Pedros y los Luises, y el caso más patético es de un Carlos que llamó héroes a unos verdugos.  Los ejemplos son interminables.
Al final de cuentas, tan sólo tenemos control sobre nosotros y muchas veces lo perdemos. Siendo limitado el tiempo a éste lado de la realidad, hay que seguir escarbando en lo más noble y virtuoso que Dios ha sembrado en el interior y embarcarnos en la aventura de esparcirlo como semillas entre nuestros compatriotas. Es una siembra que a su tiempo dará fruto.  Cuidémonos de la frustración, la amargura y el rencor que suele alojarse en el corazón ante las injusticias que percibimos.  De esas cadenas hay que desentenderse para mantenernos libres, gozosos y en paz, de otro modo, el veneno sale y las ideas se contaminan.  
   Esforcémonos por destacar aquello de valor positivo, porque al final de cuentas, éste es nuestro país.

                1 Cita tomada de Carta a Mi Patria de Don Ramón Dapena Vidal publicada en octubre de 2012
2 Cita del periódico El Mundo, 29 de junio de 1936. Manifiesto de Luis Muñóz Marín a los                                      puertorriqueños. Puerto Rico: Cien Años de Lucha Política pág. 593,595 

jueves, 26 de mayo de 2011

Mundos Paralelos

         La vorágine se origina ante cualquier combinación de factores: intensos o extensos, significativos y minúsculos, próximos o remotos.  El daño fluye de su presencia; basta con su aparición en las vidas que luchan por la sobrevivencia, aquellas que constituyen la mayoría de  quienes existen a éste lado de la realidad.  
          Nadie educó para percatarse o distinguir cuáles son sus elementos, tolerar la presión y la ansiedad que genera y mucho menos, sobre la manera de superarla; por eso la respuesta es básicamente el aislamiento geográfico, intelectual o emocional.  Se perciben sus efectos sin descifrarlos, mediante sensaciones inconexas y en actitud defensiva.
          Es el mundo compuesto por el trabajo obligatorio, monótono y esclavizante; del deseo por obtener cada vez más, donde nada es suficiente y siempre se desahorra; el de las relaciones desgastadas, porque se vive de apariencias y sensaciones pasajeras; donde se destaca la superficialidad tras el brillo de los ídolos del cine, el deporte, la política y la canción… y las malas noticias son nuestros acompañantes despertinos y crepusculares; el de la intromisión, limitación, reglamentación y facturación gubernamental que merma lo que por derecho es propio, incluso lo elementalmente perteneciente a la autosuficiencia.
          Por eso, en éste otro territorio, no se compran los periódicos, se va muy poco a los ‘moles’, se mantiene al margen la política partidista e internacional, no hay tarjetas de crédito o chequera y se es selectivo respecto a las áreas legalizadas para desobedecerlas clandestinamente. Existe autoridad propia.  En la jurisdicción donde se ejercita la libertad, hay vida.  Es un reino, una realidad simultánea que ocupa el mismo tiempo y espacio, y que también surge independiente.  Aquí fluye y florece el ser.  Un escenario para descifrar a Dios, reestructurar la morada, establecer y reinventar, formular estrategias, ser feliz; en fin vivir... y de eso se trata.



Desde La Casa Grande
Hacienda Luz de Luna
Barrio Yahuecas
Adjuntas, Puerto Rico

miércoles, 30 de marzo de 2011

Canibalismo puertorriqueño

Los caribes lo practicaban con los tainos
Ocurre dentro del núcleo familiar y en el vecindario, dentro y entre las instituciones religiosas, en la empresa privada, las organizaciones sin fines de lucro, los clubes sociales, las distintas ramas del gobierno y los partidos políticos. No existe un solo aspecto de nuestra vida de pueblo donde esté ausente. Se trata de la idea de que para prosperar y progresar hay que competir y destruir, en lugar de compartir y colaborar.  En ese proceso se recurre a toda clase de estratagemas para provocar que ‘caigan’ o ‘sean opacados’ aquellos que consideramos una amenaza.  Se fomentan intrigas, se ataca, se ridiculiza y humilla creyendo que ese es el modo de  alcanzar o retener el éxito o una posición.  Esa perspectiva, tarde o temprano, conduce al aislamiento, a la desgracia y la miseria.  ¿Podemos relacionar esa manera de ser con la crisis de valores, las dificultades económicas, la violencia, la guerra, la corrupción y la criminalidad rampante?
Hay serias preguntas que debemos formularnos: ¿dónde, cómo y de quién hemos asimilado este estilo de vida? ¿Dónde es que aprendemos que dando es como se recibe, que ayudando a otros a triunfar es cuando realmente se triunfa?  Más significativamente, ¿cómo trato al hermano boricua que se comporta de ese modo sin hacerlo cayendo en su mismo proceder?  ¿Corrigiéndolo, educándolo, señalándolo, marginándolo, combatiéndolo, ignorándolo, perdonándolo, amándolo?
Mientras no encontremos respuestas auténticas a estas interrogantes y asumamos la responsabilidad de descubrir maneras de superar ésta forma enfermiza de relacionarnos, (respetando las diferencias que nos distinguen) se nos hará difícil coincidir en un proyecto exitoso que promueva la cohesión y el bienestar común de los puertorriqueños.
Ésta tarea ya es urgente.  No la resoleverá un plebiscito o un estatus político.  La política lo que ha logrado es dividirnos y antagonizarnos. Nos corresponde a los ciudadanos de esta Isla y no al gobierno.  ¿Por quién esperamos?  ¿Qué crisis mayor tendrá que ocurrir para que reaccionemos y actuemos?  Comencemos ya, y que así nos ayude Dios.

Edric E. Vivoni Farage
Desde la Casa Grande
Hacienda Luz de Luna
Barrio Yahuecas
Adjuntas, Puerto Rico


El Nuevo Día - Opinión - CANIBALISMO PUERTORRIQUEÑO ...

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6 May 2011 – ¿Por quién esperamos? Comencemos ya y que así nos ayude Dios.Edric EVivoni Farage (Agricultor, abogado y mediador) () Anterior ...