viernes, 5 de abril de 2013

Diagnóstico y remedios ante la Ley Sobre el Sistema de Retiro y el País



      Un hombre perdió en un parque nocturno una moneda de gran valor.  La buscaba sin éxito, hasta que varias personas notaron su insistente desespero.  Se unieron al  esfuerzo, pero a pesar del mismo no daban con ellaAl cabo de un tiempo alguien preguntó por el lugar donde se había perdido. Fue por allá, respondió el propietario. ¿Y por qué la buscamos aquí?  Es que aquí hay iluminación y allá no.        
       El país se encuentra en una crisis moral y económica.  Existe tal desmadre, que no hay soluciones previsibles; tan sólo emparches que prolongan la agonía.  Estamos en ‘un mientras tanto’.  Un espacio sin alternativas, donde la soga parte por lo más fino y el canibalismo nos fragmenta, antagoniza y mengua.  Se desmorona la fantasía de las apariencias y aleteamos por una bocanada más de lo que nos gustaría ser y no somos.  El desespero, el desenfoque y el desacierto son la orden del día.  Vivimos en negación.

     Escuché hoy a un analista radial decir lo que muchos de nosotros pensamos; que los dos partidos principales ya cumplieron su cometido hace tiempo y deben dar paso a otros.  Es cierto, pero eso nos condena a cuatro años más de desastres, y probablemente a ocho.  La solución no es electoral.  Existe la posibilidad remota de que el liderato del Partido Popular Democrático dé un giro de 180 grados.  Esa alternativa tiene que surgir de adentro y de fuera de esa colectividad. La efectividad de lograr cambios mediante manifestaciones de protesta, marchas, huelgas, etc. es  casi nula, de manera que hay que crear nuevos mecanismos de presión para lograrlo. 
     ¿Qué hacemos Puerto Rico?
     Si algo está claro, es que el camino por donde marchamos no es el que nos beneficia.  Por tanto, podemos comenzar deteniéndonos.  ¿A qué viene tanta prisa?  No puede valer más la palabra del gobernador dada a la firma clasificadora de bonos (una extranjera) que su compromiso para con los puertorriqueños.  No se legisla para mantener fachadas arbitrarias y mucho menos tiránicas, menoscabando al pueblo para alimentar una falsa imagen.  Por ahí no está la moneda, tampoco la luz.

     Se pueden identificar algunos políticos pensantes dentro de los tres partidos.  Algunos son legisladores que parecen responder más al pueblo que a la organización.  Una vez  identificados, podemos fomentar la creación de un grupo de ellos que operen como un frente o una coalición ante determinados asuntos. Requerirán de nuestro apoyo continuamente.
      Hay que promover la creación de un grupo extra gubernamental de gente pensante –fuera de líneas partidistas- que actúe como ciudadano-legislador.  Estos operarían voluntariamente.  Su único compromiso será con Puerto Rico. Su validación se puede hacer a través de cualquier medio que promueva la participación ciudadana.
     El trabajo legislativo de éste grupo se divulgará al pueblo.  Las medidas que promuevan como cuerpo se referirán, por petición, a legisladores electos; preferiblemente a los del frente o coalición antes mencionada.

      Éste sería un primer paso en la creación de un proyecto de país.  Sobre la marcha surgirán otros.  Hay que llevar la luz a donde se perdió la moneda, o esperar al nuevo día para encontrarla.

    Que así nos ayude Dios.



1 comentario: