domingo, 29 de agosto de 2021

CUANDO EL 'BELGUEL-QUÍN' LLEGÓ A ADJUNTAS

Dedicado al amigo Antonio Álvarez Rivera; quien dice andar por ahí arrastrando el esqueleto y digo yo: regando semillas de exquisitez literaria por estas tierras mostrencas. [Y no me pregunte lo que eso significa, porque tan sólo lo menciono por lo bien que suena].

     Me indicó Don Carlos Ramírez Orabona, el agrimensor, que allá para el treintaidós, cuando en el sector Rábanos vio por primera vez a Santa Clós, dijo: "bah, ahora se chavaron los Reyes Magos".  Peyo Mercé, el de Don Abelardo, allá en la Cuchilla, lo expresó de otro modo: "Yo como soy jíbaro y de aquí no he salido, eso de los Reyes lo llevo en el alma."

                    Edric E. Vivoni Farage

 
     Aquel colorao gordo de barbas canosas y abrigo rojo y blanco recibió el trato de intruso y me he encaprichado con el pensamiento de que este otro recién llegado arribó a Adjuntas con la invasión de San Mateo Apostol al patronato de San Joaquín.  No se trata de una guerra entre santos, sino del azote del primer huracán designado con nombre francés: Georges.  ¡Y pensar que esos fenómenos atmosféricos, cuando embaten con furia, arrasan con todo lo que está en pie!  Pero este dios taíno, bautizado a la sazón de un correligionario napoleónico, sólo sacudió el edificio antes de que el mismo fuese inaugurado.  Tampoco pudo con el experimental belguel-quincito que le precedió durante un año; aja, el que abrieron en una estructura móvil para ver si nuestra economía lo sustentaba.  El chiquito hizo al comercio adjunteño como los camellos beduinos en las noches frías y desérticas; subrepticiamente introducen la cabeza en la caseta de campaña y terminan ocupando todo el espacio interno y calentándose. 

Ello coincide con una época en que algunos muchachos adjunteños, para estar en algo, se pintan el pelo, usan pantallas y se sacan las cejas.  Cuando uno visita esos enormes centros comerciales y observa con detenimiento a las personas, surgen tres o cuatro variedades de varones y dos de hembras; ello sin considerar aquellos que ocupan espacios intermedios entre uno y otro sexo.  Este parece el retrato de una degeneración contagiante que resulta de millares de hijos divorciados que han sido criados por sus madres y que la ausencia de autoridad y modelaje paterno les conduce a la rebeldía y a ídolos de allende los mares.  Esos espacios estelares lo comparten especímenes como Michael Jackson, Bob Marley y Dennis Rodmann.  Todo esto, visto por el Barrio Yahuecas, es incomprensible y origina una incomodidad frente a invasores revestidos de armas poco convencionales.    

Yo no me opongo al progreso y mucho menos a las inversiones que se hacen en Adjuntas. Soy un nómada asentado en estas montañas desde hace casi veinticinco años y me he identificado con estos lares.  La velocidad de los eventos se mide acá de otro modo.  En la altura los tiempos lo establecen las chinas y el café;  las cosechas y la saca del pitirre y de la paloma turca; la florecida de los tulipanes, los brucayos y el roble.  Allá en la llanura sobrepoblada se vive de prisa; el reloj y el dinero lo determinan casi todo; por eso los tapones son enemigos y generan tanta tensión.  La razón de ser de los 'fas fús', o sea, los negocios de comida rápida es todo un estilo de vida y de una idiosincrasia. Hasta los mismos nombres lo reflejan. Una comparación de este 'Rey de la Torta de Carne Molida" con La Triple "T" de 'Beibi', el hijo de Don Raúl en la Calle Muñoz Rivera, habla un mundo.  'Trabajando Todos Tenemos' es un nombre que denota una filosofía de laboriosidad y distribución de riquezas; lo otro es una franquicia monárquica, impersonal, carnívora y desabrida.  Por otro lado, en la fonda de 'Beibi' él mismo te sirve con rapidez una 'mista' de carne guisada con arroz y habichuelas blancas que hace honor al sabor casero.  

  Belguel-quín llegó a Adjuntas pero pocos saben quien es su concesionario.  El trato familiar que uno encuentra en El Star Light de Guigui, en El Toronjo II de los Del Valle o el saguán de Norberto, no puede compararse con esa 'jibarita' representante de una nueva generación adjunteña que fue entrevistada, cualificada y adiestrada para trabajar en el mostrador o en la ventanilla de aquella empresa y a quien se le instruyó que sonriese al atender a los clientes.

 El mundo y Adjuntas parecen estar cambiando muy de prisa para un abuelo prematuro como yo.  Añoro la vida campestre, la sabiduría del jíbaro que se nos pierde tras la fachada de un falso progreso.  Disfruto de la conversación donde hace su aparición el 'estógamo', la 'balandra'; la menguante de la poda y de la siembra, el buche de café prieto y los cuentos de antaño, como aquel de Juan Carambingo que fue resucitado por boca de mi amigo Miro Sepúlveda, el carnicero. 

                   

 
     La neblina, la humedad y el frío se aposentan en los ondulantes vallecitos de la altura.  El sereno nocturnal se cuaja bajo las hojas de los guineales dándole un toque plateado.  Cuando observo esos enormes cristales de belguel-quín condensando el aire acondicionado uno se pregunta:  "¿y para que enfriar lo que por naturaleza acá enfría el mismo Dios?"  Su diseño es un atentado contra el clima y el entorno; ¡cómo que ya viene predeterminado!  Nada tienen que envidiarle El Boricua en el desvío, Papolín en Guilarte o el Restaurán Loma Santa camino a Castañer.  Imagínense, con el trasfondo del imponente gigante dormido que nos distingue, a esos castillos triangulados, esas tuberías tirabuzonadas plásticas (verdes, rojos, amarillos, violetas, azules) ¿A quién se le ocurrió semejante adefesio?  La vez que un peluquero improvisador le cortó parte de las barbas al gigante, Pedro Jiménez movilizó al pueblo y hasta Recursos Naturales y ahora que se intranquiliza el sueño del coloso con esta pesadilla continua, nadie ha dicho ni jí.  ¿Y quién, dirá usted, se le pone de frente al progreso?
     Belguel-quín llegó a la montaña; estaba en Utuado, después se instaló en Lares y ahora, en el 98, se estableció en Adjuntas.  Tal vez estas ideas sobre transculturaciones sean el producto de la imaginación de un abuelo de bigote blanco que se niega a recibir este testimonio de impotencia, de falta de originalidad y de muerte de lo nuestro.  Puede que se trate de esos días en que uno se siente deprimido o de un poco vergüenza...tan sólo eso.
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Nota del Autor Edric E. Vivoni Farage
El escrito data de 1998.  Mi hermano Toño Alvarez, el agrimensor Carlos Ramírez Orabona y el amigo Miro Sepúlveda ya fallecieron. El amigo Pedro Jimenez sigue de pié como un roble, ya pasado los 90.  El Star Light, El Toronjo y el saguán de Norberto ya no existen.  Papolín, Las Tres T y el Restaurán Loma Santa desaparecieron. El Boricua cambió de dueño y sigue en el mismo lugar. La foto usada es del local de Corozal, idéntico al de Adjuntas, pero sin las verdes montañas en el fondo.
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Terminando el mes de agosto 2021 recibimos la lamentable noticia de la partida de Guigui.  Sembró sabor y alegría tanto en el Star Light como luego en El Original de Guigui.  Tremenda persona.
 

3 comentarios:

  1. ES USTED MUY SABIO,LE FELICITO Y LE SIGO.SOY DE LOS TIEMPOS DEL YUMURI DE UTADO,EL GUARIONEX DE ADJUNTAS Y CHUITOS PLACE EN JAYUYA.BENDICIONES.

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  2. SOY CHE RIVERA DE JAYUYA.EL SEUDONIMO CULO E PARA ES DE GRADOS JUVENTUD ESCOLAR.

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