sábado, 2 de octubre de 2021

La libertad y el temor

             Hay temores acumulados, que lenta pero continuamente crecen en el pueblo puertorriqueño.  Siglos sujetos a una condición colonial, en la cual familiares y conciudadanos queridos la combaten, mientras otros la defienden, ha tenido el efecto de debilitar y dividirnos.  La ausencia de controles sobre aspectos importantes de nuestra vida colectiva, nos priva de asumir responsabilidad sobre ellas y hemos desarrollado dependencia para hacerlo, creyendo que les corresponde a otros resolverlas. “¡Deja que vengan los federales!” La frase abona a la creencia de que existe una ausencia de puertorriqueños e instituciones nuestras capaces de lidiar con profesionalismo e integridad ante determinadas situaciones delictivas.  Se trata de una modalidad de impotencia que encierra el temor a no saber y no poder... a desconfiar de nosotros y confiar en quienes nos impusieron y nos mantienen sujetos al estado colonial. 

           ¿Cuál es el efecto de los malos manejos del gobierno y los medios noticiosos ante la ocurrencia de huracanes, temblores y la pandemia?  Inspirar miedo e inseguridad.  Fenómenos que de por sí causan ansiedad, se convierten en oportunidades para el sensacionalismo, el mal manejo de fondos públicos y prácticas injustas que responden a ventajerías partidistas.  La incertidumbre y la impotencia aumenta y estos son factores que atemorizan. 

            Al encontrarnos en medio de tal situación, nuestra capacidad de pensar con claridad y de generar soluciones está comprometida.  La mayoría de nuestras respuestas son reacciones emocionales que se entremezclan con la indignación, la frustración y el coraje.  Visto desde otro punto de vista, responder de este modo, constituye una limitación a nuestra libertad individual y colectiva.

            Es imperativo romper con este círculo vicioso.  No ignoro o menoscabo la fuerza generada por las emociones.  Lo ocurrido en el verano del 2019 es un claro ejemplo de ello.  Un movimiento masivo que produjo la renuncia de un gobernante y que luego, nos ha dejado en una situación similar o peor.  ¿Cómo salimos de este entuerto?  Razonando, colocando nuestras emociones bajo la razón.  Disciplinándonos para asumir pequeñas responsabilidades e ir ascendiendo en su importancia.  Celebrar y premiarnos por nuestros logros.  Planificando resultados a corto, mediano y largo plazo.  Compartiendo la experiencia.  Animándonos.  Atreviéndonos a hacer lo correcto, a pesar del miedo. 

            ¡Habremos, porque nos debemos, recuperar la libertad… poco a poco!                 

3 comentarios:

  1. Primo, te FELICITO! estoy completamente de acuerdo con tus comentarios.
    "Es imperativo romper con ese circulo vicioso" MUY BIEN DICHO!

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  2. El "romper con ese circulo vicioso", en esta epoca de la migracion masiva hacia EEUU por labusqueda de mejores condiciones de vida en es aspecto economico,las ayudas economicas del gobierno federal, el dominio del comercio de compra-venta por corporaciones extranjeras, el acceso a atencion medica especializada fuera de PR y otros factores y elno menos importante crecimiento del fundamentalismo religioso, en mi opinion, dicen que los elementos basicos a definir en toda propuesta para descolonizacion que no se han incluido. Cantar "Verde Luz", composicion que admiro, no es suficiente para lidiar con la compleja situacion socio-politica, economica y social que tenemos al presente.

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  3. Recuerdo cuando alguien hacía algo bien malo, claro contra los americanos mentá´os, le decían: Te van a mandar pa´ Atlanta. Todos sabían que allá era la cede de la cárcel federal; ése era el miedo al opresor. Ahora nos pusieron su cede más cerca.

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