jueves, 4 de septiembre de 2025

YA ESTO SE PASÓ DE NOVELA

     Es que no debe saberse lo que en realidad acontece y todos, queriéndolo o no, participamos del mismo escenario que lo disfraza.  La zona fronteriza que separa la verdad de la ficción resulta cada día más difusa, y lo que antes eran considerados hechos palpables, hoy se muestran como un simple escenario donde todos jugamos un papel protagónico. ¿Será que la mayoría de nosotros ignoramos que somos actores en una obra que no parece tener fin?

    Cada día, desde que despertamos hasta que nos acostamos, nos encontramos ante eventos que dan la impresión de ser parte de un teatro novelesco.  Muy pocos estamos conscientes de nuestro papel, y parecería que seguimos el guion impuesto por 'las circunstancias' o por quienes controlan unos hilos invisibles.  La mayoría creemos ser forjadores de nuestra propia historia, pero en realidad estamos interpretando roles pre-diseñados, en un escenario en el cual el dinero y el poder son los verdaderos móviles.  En nuestra parcela más inmediata, Puerto Rico, ese movimiento se da igual que en el resto del mundo, y esos móviles operan para que el elenco del patio, administre y distribuya migajas, mientras se continúa reproduciendo un ciclo de entretenimiento, aparcelamiento, violencia, corrupción, 'tiraera' y dependencia.

    ¿Y los espectadores?  ¡Muy bien gracias!  O permanecemos en silencio, defendemos o criticamos, sin entender del todo que también formamos parte del espectáculo.  Comentamos con pasión las escenas principales, nos indignamos, nos divertimos, y en medio de esa sesión de entretenimiento, buscamos un sentido y un propósito.

¿Y si todo esto no va más allá de ser una simulación?  ¿Y si los personajes principales, los que parecen tener la atención del mundo, sólo son marionetas movidas por esos hilos invisibles cuyos operadores muy pocos o casi nadie conoce?

    Es escalofriante pensar que quizás no somos más que piezas en un ajedrez gigante, movidos por intereses cuyos tentáculos pocos entendemos.  Se trata, precisamente de un movimiento en torno al dinero, el poder y las estructuras de control, siendo estos los hilos que mueven toda la trama.  Y en el medio, los inconformes, los que desafían, descifran y exponen esa realidad.  Ellos juegan un papel crucial.  Son tan necesarios como son los buenos y los malos y todos los que nos encontramos entre unos y otros extremos.  Resulta conveniente y necesario que se expresen, pero también su libertad de hacerlo tiene límites.  Si se pasan de la raya y comienzan a acercarse a descifrar y describir ‘la realidad’, de manera que se pone en riesgo a quienes están detrás del antifaz, se convierten en candidatos a un accidente, a ser acosados y acusados, a un ataque del corazón o al suicidio. ¡Recordemos a Julian Assange y los WikiLeaks!

    Dios 'nos coja confesaos' y nos proteja de esto.  No se trata de una expresión de fe, sino un deseo ferviente para que la vigilancia y el discernimiento prevalezcan en medio de lo que prima facie es un teatro sin final.

3 comentarios:

  1. edric debes publicar tus comentarios

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  2. Suscribo tu pensar y tu sentir. Estoy dolida y consternada. He aquí el comentario de un sabio amigo español en la mañana de hoy: los volvieron a invadir! Que pena!
    Y yo añadí: carne de cañón para variar!
    Que dolorosa es la ignorancia.
    “Aquellos que no conocen el pasado están condenados a repetirlo” g S
    “ Los pueblos cuando pierden el último rayo de esperanza o se degradan o se suicidan” Román Baldorioty de Castro

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