sábado, 12 de enero de 2019

La religión y Puerto Rico; sólo pensando


      El Día de Reyes los disfruté con algunos de mis 7 hijos y 14 nietos.  Muchos de ellos no llegaron hasta casa por diferentes razones;  creo comprenderlas, pero lo que me sacó de base fue dejar de hacer los arreglos para que mi cuñado Cocó estuviese
Cocó, Héctor Rivera Siaca
con nosotros.
 Somos sus familiares más cercanos y estuvimos a menos de diez minutos del hogar donde reside. ¿Cómo sucedió?  Fui envolviéndome en momentos y conversaciones, y al final del día cuando me acordé, era muy tarde.  Me sentí mal.      El 8 de enero; día del cumpleaños de mi hermano Víctor, me propuse ir al pueblo al entierro de la esposa de Don Marcelino y madre de Carlitos Morales.  (Ambos son carpinteros y han realizado diferentes trabajos en la hacienda.)  Tras cumplir con ellos, me propuse buscar a Cocó y compartir con él.
      Llevo unos días con una inquietud muy particular y mientras estábamos en el restaurán Tierra del Frío, le pregunté: ¿Cocó, que tú piensas sobre la situación de Puerto Rico?  El hombre, a veces se pone medio difícil y me expresó que existe un problema de criminalidad, un desgastado sistema de salud y de educación y creo que me mencionó algo sobre la AEE. Por conversaciones anteriores sé que él piensa que estamos en crisis, pero esta vez, arrancó relativizando la respuesta con eso de que todo depende de quién sea el que lo ve.  Probablemente captó que detrás de mi pregunta, había gato ‘encerrao’.
   “¿Cocó, tú crees que Dios interviene en la vida de las personas? ¿Crees que lo hace en lo que sucede en los pueblos? ¿En Puerto Rico?” Capté en su mirada la búsqueda de una contestación, pero me respondió con otras tantas interrogantes.  Al final de nuestro diálogo fueron más las dudas que expresó, que las respuestas que me dio.  Él cree en la evolución y el surgimiento espontáneo de la vida; de la nada. “¿Y de dónde salió la nada?  ¿Alguien la creó?”  Por ahí seguimos hasta donde llegamos.  Así no más.  ¿Y las conclusiones?  Varias o ninguna… pueden ser meras opiniones, creencias o fe.       Y le sigo dando vueltas a la noria, porque en esencia lo que me intriga es que habiendo tantos creyentes cristianos en Puerto Rico, veo muy pocas propuestas de soluciones para nuestra problemática de país.  Sí, hay quienes favorecemos o nos oponemos a ciertas cosas, pero de ahí damos un extraordinario salto para expresar que Cristo es la respuesta o que hay que orar.  No es que eso esté mal pero pregunto: ¿siendo la sal de la tierra y la luz del mundo, en qué y cómo  ejecutamos?  ¿Será que el Reino de Dios,
aun cuando coincide en  tiempo y espacio con el de éste mundo, opera fuera del ámbito de éste último?  ¿Qué, si algo, tiene Dios
que expresar, a través de los cristianos, frente a las circunstancias críticas en que vive Puerto Rico?  ¿Qué dice la voz del amor y la esperanza, y en qué dirección apunta?  Las respuestas pueden parecer complejas y es posible que sean sencillas.  De cualquier manera, es necesario articularlas y si ya existen, debemos encontrar la manera de convencer a otros y ponerlas en práctica.  Si no: ¿De qué sirve la luz y la sal? 



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