[Andar por las
ramas. Término que se refiere a
desviarse del tema sobre el cual debería hablarse para sustituirlo por otro que
surge del mismo, para considerar otros secundarios, derivados o irrelevantes al
‘meollo de la cosa”.]
Los pueblos se organizan para
procurar un orden en la consecución de sus ideales, su felicidad y
bienestar general. Los
gobiernos electos son responsables de asegurar que así habrá de ser y su deber es eliminar
cualquier escollo en ese derrotero. Sus
gobernantes juramentan fidelidad a tales postulados y en el caso de muchos
países, concluyen con la frase: ‘y así me ayude Dios’.
EV1 de General Motors destruídos |
Si para cuadrar un presupuesto hay que
limitar los derechos propietarios de las personas y sus libertades y se le
requiere el pago de mayores contribuciones, si se enajena y compromete el
patrimonio público; el dinero se ha convertido en algo más importante que las
personas. Eso es una violación al compromiso contraído y
constituye alta traición.
¿Por qué General Motors recogió los cinco mil vehículos eléctricos que arrendó en California durante los años noventa? Eran super eficientes y
tan económicos que al final del contrato las personas deseaban adquirirlos. A pesar de las protestas y oposición de los
arrendatarios, GM los recogió todos y los convirtió en chatarra.
El precio de la gasolina, la huelga y el
tira y jala en la Autoridad de Energía Eléctrica, los salarios y otros asuntos relacionados son reales,
pero nos son la causa principal del problema. Esa es una pequeña lucha por los despojos; constituye una pantalla que distrae la atención del asunto
crítico y nos coloca a unos contra otros.
Así andan las cosas por el mundo y nuestra patria. Cada vez somos más los que reconocemos éstas realidades y es precisamente a quienes corresponde cambiarlas. Podemos y debemos descubrir; crear nuevas maneras para que los gobiernos respondan con integridad y respeten la voluntad y el bienestar de los humanos. Que así nos ayude Dios.
(Si
la transición entre nuestra situación puertorriqueña, General Motors y las
guerras por el petróleo en el Golfo Pérsico le ha resultado abrupta, no se
preocupe, en algún momento comprenderá la conexión íntima. Vayamos a la raíz en
lugar de andar por las ramas... secas.)
vivoni (c) 2014
vivoni (c) 2014
Publicado en El Nuevo Día 7/16/2014 Versión más corta - http://www.elnuevodia.com/columna-porlasramaspuertorico-1815153.html
16 de julio de 2014
Por las ramas Puerto Rico
Edric Vivoni/ Abogado y agricultor
Los pueblos se organizan para procurar un orden en la consecución de sus ideales, metas y bienestar general. Los gobiernos electos son responsables de asegurarse de ello y eliminar cualquier escollo en ese derrotero. Sus gobernantes juramentan fidelidad a tales postulados y en muchos países, concluyen con la frase “así me ayude Dios”.
Buenos gobiernos son facilitadores, propiciadores y defensores de las gentes. Los déspotas, tiránicos y opresivos procuran sus propios intereses a expensas de la ciudadanía, o favorecen ciertos sectores. Muchos gobiernos se han convertido en agentes de grandes emporios económicos.
Si para cuadrar el presupuesto se limitan los derechos propietarios de las personas y sus libertades y se requiere el pago de mayores contribuciones, si se enajena y compromete el patrimonio público, es que el dinero se ha convertido en algo más importante que las personas. Eso es una violación al compromiso contraído y constituye alta traición.
General Motors recogió cinco mil carros eléctricos que arrendó en California en los noventa. Eran eficientes y tan económicos que al final del contrato las personas deseaban comprarlos. A pesar de las protestas, fueron convertidos en chatarra.
El precio de la gasolina, la huelga y el tira y jala en la AEE, los salarios y otros asuntos relacionados son reales, pero no son la causa principal del problema. Es una pequeña lucha por despojos, constituye una pantalla que distrae la atención del asunto crítico y nos coloca a unos contra otros.
Se han estado librando guerras, matando niños, mujeres y civiles, por millares por el petróleo del Golfo Pérsico y el acceso a través de Afganistán de un oleoducto. En este caso, se encubre bajo la lucha por la libertad y el antiterrorismo. De nuevo, unos contra otros, y mientras tanto, los verdaderos responsables y beneficiados, tranquilos en sus emporios: carros deportivos, aviones, yates y mansiones a precio de engaño y de sangre.
Andamos discutiendo por las ramas. Por las ramas secas.
Buenos gobiernos son facilitadores, propiciadores y defensores de las gentes. Los déspotas, tiránicos y opresivos procuran sus propios intereses a expensas de la ciudadanía, o favorecen ciertos sectores. Muchos gobiernos se han convertido en agentes de grandes emporios económicos.
Si para cuadrar el presupuesto se limitan los derechos propietarios de las personas y sus libertades y se requiere el pago de mayores contribuciones, si se enajena y compromete el patrimonio público, es que el dinero se ha convertido en algo más importante que las personas. Eso es una violación al compromiso contraído y constituye alta traición.
General Motors recogió cinco mil carros eléctricos que arrendó en California en los noventa. Eran eficientes y tan económicos que al final del contrato las personas deseaban comprarlos. A pesar de las protestas, fueron convertidos en chatarra.
El precio de la gasolina, la huelga y el tira y jala en la AEE, los salarios y otros asuntos relacionados son reales, pero no son la causa principal del problema. Es una pequeña lucha por despojos, constituye una pantalla que distrae la atención del asunto crítico y nos coloca a unos contra otros.
Se han estado librando guerras, matando niños, mujeres y civiles, por millares por el petróleo del Golfo Pérsico y el acceso a través de Afganistán de un oleoducto. En este caso, se encubre bajo la lucha por la libertad y el antiterrorismo. De nuevo, unos contra otros, y mientras tanto, los verdaderos responsables y beneficiados, tranquilos en sus emporios: carros deportivos, aviones, yates y mansiones a precio de engaño y de sangre.
Andamos discutiendo por las ramas. Por las ramas secas.