Claro que somos un pueblo alegre.
Vivimos con intensidad... y durante las Navidades nos desbordamos
celebrando y regalando, resurge la música, las comidas y las bebidas típicas, y
reafirmamos nuestras tradiciones religiosas. A la política partidista,
una de las grandes pasiones que nos divide, le damos descanso temporero y entre
todos nos unimos en lo puertorriqueño. Es época para reflexionar, de
olvidar agravios, de nuevos comienzos y siembra de esperanzas.
En el 2014 dos acontecimientos han estado
presentes durante éste tiempo; la intensificación de los reclamos para lograr
la liberación de Oscar López Rivera y el arresto de Juan Ramón Zalduondo Viera.
Por una parte se ha solidarizado e internacionalizado el clamor por la
encarcelación de un confinado político que representa el compromiso libertario
de nuestro país y por otra; se ha desarticulado y expuesto un imperio ilegal
del narcotráfico cuyas ramificaciones incluye a familias reconocidas, proyectos
de construcción y las más altas esferas políticas y judiciales de Puerto
Rico: una expresión vergonzosa de la degeneración alcanzada por sectores de la
sociedad puertorriqueña. Ambos eventos ejemplifican extremos de lo que
somos.
¡Que nadie pretenda excluirse!
Oscilamos entre la esperanza y la codicia; la integridad y la
depravación, el perdón y la venganza, la humildad y el orgullo…el amor y el
odio.
¡Tiempo de Navidad! ¿Qué mejor ocasión para examinarnos, mirar hacia adentro y tomar decisiones? Expresemos nuestros deseos más nobles de paz, salud, alegría y prosperidad; pero qué tal si cada uno de nosotros comienza a encarnar tales aspiraciones. ¡Adelante Puerto Rico, que entre todos lo alcanzaremos!
¡Tiempo de Navidad! ¿Qué mejor ocasión para examinarnos, mirar hacia adentro y tomar decisiones? Expresemos nuestros deseos más nobles de paz, salud, alegría y prosperidad; pero qué tal si cada uno de nosotros comienza a encarnar tales aspiraciones. ¡Adelante Puerto Rico, que entre todos lo alcanzaremos!
Por Edric E.
Vivoni
Desde la Casa
Grande
Hacienda Luz de
Luna
30 de diciembre
de 2014
Rayos Edric, que clase de reflexión! Muy al punto y muy cierta...espero que de alguna manera ayude a abrir los ojos de nuestros compatriotas a reconocer las cosas que nos agobian como sociedad. Despertemos Boricuas!!!
ResponderBorrarHermosa reflexión
ResponderBorrarMuy acertado!!
ResponderBorrarAdelante