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martes, 30 de diciembre de 2014

En medio de las Navidades…resolución para el Año Nuevo

           Claro que somos un pueblo alegre.  Vivimos con intensidad... y durante las Navidades nos desbordamos celebrando y regalando, resurge la música, las comidas y las bebidas típicas, y reafirmamos nuestras tradiciones religiosas.  A la política partidista, una de las grandes pasiones que nos divide, le damos descanso temporero y entre todos nos unimos en lo puertorriqueño.  Es época para reflexionar, de olvidar agravios, de nuevos comienzos y siembra de esperanzas.      

     En el 2014 dos acontecimientos han estado presentes durante éste tiempo; la intensificación de los reclamos para lograr la liberación de Oscar López Rivera y el arresto de Juan Ramón Zalduondo Viera.  Por una parte se ha solidarizado e internacionalizado el clamor por la encarcelación de un confinado político que representa el compromiso libertario de nuestro país y por otra; se ha desarticulado y expuesto un imperio ilegal del narcotráfico cuyas ramificaciones incluye a familias reconocidas, proyectos de construcción y las más altas esferas políticas y judiciales de Puerto Rico: una expresión vergonzosa de la degeneración alcanzada por sectores de la sociedad puertorriqueña.  Ambos eventos ejemplifican extremos de lo que somos.
     ¡Que nadie pretenda excluirse!  Oscilamos entre la esperanza y la codicia; la integridad y la depravación, el perdón y la venganza, la humildad y el orgullo…el amor y el odio. 
   ¡Tiempo de Navidad!  ¿Qué mejor ocasión para examinarnos, mirar hacia adentro y tomar decisiones? Expresemos nuestros deseos más nobles de paz, salud, alegría y prosperidad; pero qué tal si cada uno de nosotros comienza a encarnar tales aspiraciones.  ¡Adelante Puerto Rico, que entre todos lo alcanzaremos!      
    
Por Edric E. Vivoni
Desde la Casa Grande
Hacienda Luz de Luna
30 de diciembre de 2014


   

martes, 28 de diciembre de 2010

Mi Regalo de Navidad



Hubo que esforzarse un poco para tenerlo todo listo, pero valió la pena.
Tener la Casa Grande llena con mis 6 hijos, mi hija y sus consortes, así como 10 de los 11 nietos fue algo extraordinario. Reunirnos cerca del Fogón de Leña del Lugar Mágico; saborear carnes de todo tipo y freír tostones, observar interactuar y disfrutar con todos y de todo, fue especial. Abundó la sangría, la música y la dominada - tanto para chicos, como entre adultos - . Lograr la distribución y el acomodo para dormir en la casa fue un reto estratégico. Cuando me fui a acostar, la fogata estaba encendida y me contaron que los que se amanecieron, saltaron sobre ella. Temprano el domingo, algunos subimos a la charca para llevarle maíz a los patos y a las palomas. De regreso, el desayuno; un poco más tarde la picadera y a eso de las tres, un típico almuerzo navideño en la terraza y luego, a abrir los regalos. Posteriormente, más juegos, diálogos, conversaciones...y hasta un auto dañado.
Me gocé cada abrazo, cada beso, cada ocurrencia de los nietos, la presencia de cada uno de mis hijos...cuando fui parte activa de los acontecimientos o sencillamente, observándoles. Ésta es mi fortuna. ¡Celebrar su presencia, sus logros, progreso, madurez y crecimiento!
¡Qué bueno, llegó la Navidad... y con ella, éste gran regalo!

La Casa Grande
Hacienda Luz de Luna
Yahuecas, Adjuntas