Va desarrollándose el caso denominado; ‘de
Manuel Natal y la Alcaldía de San Juan’, pero en realidad es mucho más que eso.
Estén o no conscientes las partes, se
dilucida uno de nuestros principios democráticos más importantes: que el poder
del gobierno surge del Pueblo. El
mecanismo que se crea para implementarlo es el sistema electoral. Si una votación o el proceso mediante el cual
se cuentan los votos está plagada de irregularidades que empañan la
transparencia y la certeza de que los resultados son los legítimos, se violenta,
no sólo la voluntad del Pueblo, se lesiona la democracia y la propia constitución.
Por esta razón, este caso es crucial y deberíamos
estar atentos a su desarrollo.
Consideremos detenidamente algunos de sus
componentes. El escenario es el que
clásicamente provee el gobierno para dirimir controversias; un juzgado. Los argumentos son legales y hay testigos que
están aportando prueba sobre los hechos relevantes que le constan. Debido al interés público que esto conlleva, se
está transmitiendo a través de diversos medios.
Nosotros, el Pueblo, estamos recibiendo información para llegar a juicios
mejor informados; corroboramos o descartamos lo que hasta ahora habíamos ‘intuido',
escuchado y creído. Resulta interesante
que la pandemia no ha sido un obstáculo para que se realice el evento. Más allá de los resultados, consiste en un buen
ejercicio para concientizar, aprender y madurar colectivamente.
Dada la realidad política puertorriqueña,
el caso tiene otra dimensión trascendental. Lo que está ocurriendo nos sirve de ejemplo y
modelo para diferentes situaciones que afectan otros aspectos de nuestras vidas
y que podríamos enfrentar de una manera similar. La aplicación a Puerto Rico de las leyes de
cabotaje, encarecen significativamente los costos de la transportación marítima,
en consecuencia, también el de la materia prima que nos vemos precisados a
importar del exterior. El daño a nuestra
economía es significativo. Los
puertorriqueños pagamos un sobreprecio de uno 1.2 billones de dólares
anualmente y se afectan directa y negativamente diferentes sectores productivos
del país, como lo son los medianos y pequeños comerciantes y empresarios, y los
agricultores.
Un principio legal es que el que le ocasiona daños a otro es responsable
¿Qué se requiere? Preparar un caso. No tengo duda, que existen todos los
ingredientes necesarios para lograrlo, pero esta vez, la audiencia, además de nuestra,
será de los estadounidenses y de todo el mundo.