lunes, 14 de enero de 2019

Nuestra experiencia en la asamblea anual de la Asociación de Corsos de Puerto Rico [enero, 2019]

   Recibí, por correo electrónico, la invitación para la celebración del aniversario del grupo de puertorriqueños descendientes de corsos.  Lo anoté en mi calendario en las fechas del 11 al 13 de enero de 2019 y quise que fuese una sorpresa para Luchy.  Salimos el sábado doce y por poco el sorprendido soy yo.  Cinco minutos antes de partir comprobé que la actividad no era en la Hacienda Gripiñas de Jayuya sino en la Hacienda Juanita de Maricao.
Camino hacia Maricao, vista hacia la costa Sur
   Ya montados en nuestro vehículo le digo que vamos para Maricao y le pido que se conecte en su celular para encontrar la mejor ruta para llegar a nuestro lugar de destino. “Adiós, pero no era para Jayuya que íbamos.” Despistes que ocasionalmente me acontecen y que gracias a Dios logré atajar antes de tener que pagar un precio por el mismo.
Edric Vivoni, Roberto Ramírez Vivoni 
y Dominique Vivoni
   Viajamos sin prisa, conversando, disfrutando y fotografiando el paisaje. Llegamos a eso de las 4:30 pm. y tras saludar a algunos parientes, me dirigí a la recepción para ver si había habitaciones.  "Sólo nos queda una, veré qué puedo usted."  Resultó ser el ‘suite’ del dueño del lugar y nos lo alquilaron por una noche a una super tarifa.  Excelente; en el segundo piso y con una terracita  muy acogedora.  Más tarde nos dirigimos al salón de actividades donde hubo una conferencia sobre las haciendas cafetaleras de Maricao, picadera y vino.  La pasamos muy bien.  Nos relacionamos, planificada e intencionalmente con nuevas caras y compartimos. El ingeniero Lorenzo Dragoni estuvo a cargo de presentar el tema.  De manera resumida y bien documentada expuso cómo varios hacendados corsos participaron en la fundación del pueblo de Maricao. 
Luchy en la habitación 
   Me resultó interesante la manera significativa en que estos inmigrantes impactaron la agricultura cafetalera, la economía, la política y la geografía del país.  Ellos, que debieron sentir más amor por su tierra natal, lograron tanto aquí y me pregunté: ¿En estos momentos de crisis en que vivimos, cómo podemos los descendientes de aquellos y otros corsos, ahora mucho más identificados con Puerto Rico, aportar a su bienestar?
   Luchy y yo nos retiramos a nuestra habitación a eso de las 11:00 pm. Hace un ‘friíto’ agradable y hemos conocido a nuevos amigos.  Ha sido además, reencuentro con compañeros de la infancia y de algunos que nos habían visitado años atrás en nuestra hacienda.
Escribiendo mi inquietud
   El domingo me levanté más tarde que lo usual.  Luego de vestirme, escribí algo en el balcón sobre mi inquietud patriótica y ya a las 9:00 estábamos en la cafetería desayunándonos.  Luchy y yo realizamos una sesión fotográfica y fuimos a ver la piscina de piedra muy antigua que está algo retirada de la hospedería y de paso, descubrimos una tormentera de las de antes.  Cuando regresamos al salón de reuniones, ya estaba ‘prendida’ la música de octavitas navideñas y había llegado otro nutrido grupo de descendientes de corsos. El lechón asao, los pasteles, el arroz con gandules y el tembleque no se hicieron esperar.  ¡Hasta el pitorro circuló!   Una vez más, los nuevos amigos, la parentela y reencuentro con personas de la infancia.  Destaco, por ser con quienes más compartimos, a Carlos Urrutia, Miguel Colón y su esposa Mae Berlingieri, y a Manolito Suárez y esposa; a Angie Massini y a Enrique Veglio; dos ex alumnos del Colegio San Antonio de Guayama, a quienes hacía muchos años que no veía.

Mae y Luchy
   En un momento dado me encuentro solo, frente al conjunto musical mientras éstos interpretan canciones jíbaras.  Las disfruto, aún más cuando cantan unas décimas.  Recordé que hacía unas semanas había compuesto unas que titulé; décimas de un gallo.  Luchy, con su tecnología avanzada, las encontró con su teléfono inteligente y tras copiarlas, se las entregué al cantante de la agrupación.  Antes de marcharnos, tuve la dicha de escucharlas cantadas.  ¡Qué regalo!   
   Los organizadores de la actividad, bajo la presidencia de mi primo Roberto Ramírez Vivoni, hicieron un excelente trabajo y todo les quedó ‘fuera de serie’.  Hubo una buena concurrencia y a Luchy y a mí, el personal del parador nos mimó deleitosamente durante la estadía.


Luchy y yo al lado
de la bandera pintada
en uno de los edificios
de Hacienda Juanita
Manolo Suárez y Natividad
La asamblea 
del año 2019 de la Asociación de Corsos de Puerto Rico provocó en mí una idea y una inquietud ¡con el enorme banco de talentos que hizo acto de presencia en su reunión; ¡cuánto bien puede hacérsele al país!
   Regresamos a nuestra propia hacienda en Adjuntas; nuestro hogar: Hacienda Luz de Luna, habiendo disfrutado de una grata experiencia en Hacienda Juanita.
Hacienda Luz de Luna
Barrio Yahuecas
  

sábado, 12 de enero de 2019

La religión y Puerto Rico; sólo pensando


      El Día de Reyes los disfruté con algunos de mis 7 hijos y 14 nietos.  Muchos de ellos no llegaron hasta casa por diferentes razones;  creo comprenderlas, pero lo que me sacó de base fue dejar de hacer los arreglos para que mi cuñado Cocó estuviese
Cocó, Héctor Rivera Siaca
con nosotros.
 Somos sus familiares más cercanos y estuvimos a menos de diez minutos del hogar donde reside. ¿Cómo sucedió?  Fui envolviéndome en momentos y conversaciones, y al final del día cuando me acordé, era muy tarde.  Me sentí mal.      El 8 de enero; día del cumpleaños de mi hermano Víctor, me propuse ir al pueblo al entierro de la esposa de Don Marcelino y madre de Carlitos Morales.  (Ambos son carpinteros y han realizado diferentes trabajos en la hacienda.)  Tras cumplir con ellos, me propuse buscar a Cocó y compartir con él.
      Llevo unos días con una inquietud muy particular y mientras estábamos en el restaurán Tierra del Frío, le pregunté: ¿Cocó, que tú piensas sobre la situación de Puerto Rico?  El hombre, a veces se pone medio difícil y me expresó que existe un problema de criminalidad, un desgastado sistema de salud y de educación y creo que me mencionó algo sobre la AEE. Por conversaciones anteriores sé que él piensa que estamos en crisis, pero esta vez, arrancó relativizando la respuesta con eso de que todo depende de quién sea el que lo ve.  Probablemente captó que detrás de mi pregunta, había gato ‘encerrao’.
   “¿Cocó, tú crees que Dios interviene en la vida de las personas? ¿Crees que lo hace en lo que sucede en los pueblos? ¿En Puerto Rico?” Capté en su mirada la búsqueda de una contestación, pero me respondió con otras tantas interrogantes.  Al final de nuestro diálogo fueron más las dudas que expresó, que las respuestas que me dio.  Él cree en la evolución y el surgimiento espontáneo de la vida; de la nada. “¿Y de dónde salió la nada?  ¿Alguien la creó?”  Por ahí seguimos hasta donde llegamos.  Así no más.  ¿Y las conclusiones?  Varias o ninguna… pueden ser meras opiniones, creencias o fe.       Y le sigo dando vueltas a la noria, porque en esencia lo que me intriga es que habiendo tantos creyentes cristianos en Puerto Rico, veo muy pocas propuestas de soluciones para nuestra problemática de país.  Sí, hay quienes favorecemos o nos oponemos a ciertas cosas, pero de ahí damos un extraordinario salto para expresar que Cristo es la respuesta o que hay que orar.  No es que eso esté mal pero pregunto: ¿siendo la sal de la tierra y la luz del mundo, en qué y cómo  ejecutamos?  ¿Será que el Reino de Dios,
aun cuando coincide en  tiempo y espacio con el de éste mundo, opera fuera del ámbito de éste último?  ¿Qué, si algo, tiene Dios
que expresar, a través de los cristianos, frente a las circunstancias críticas en que vive Puerto Rico?  ¿Qué dice la voz del amor y la esperanza, y en qué dirección apunta?  Las respuestas pueden parecer complejas y es posible que sean sencillas.  De cualquier manera, es necesario articularlas y si ya existen, debemos encontrar la manera de convencer a otros y ponerlas en práctica.  Si no: ¿De qué sirve la luz y la sal? 



lunes, 26 de noviembre de 2018

Sudor de la Frente...


Génesis 3:17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, 
y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita
será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu
 vida. 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.19 Con 
el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de 
ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

          Si mal no recuerdo, ese fue parte de un castigo, porque la bendición primera, fue que el hombre labrarse y cuidase del huerto. Debido al pecado de Adán entró la maldición a la humanidad, pero por el sacrificio y la redención de Jesucristo, recibimos abundancia de gracia, de dones y de justicia.
         En mi mente finita, tal vez infantil e ‘ignorante’, interpreto que ahora debería ser como al principio en el jardín; pero no es así.  Aparecen los abrojos y aplico el sudor al trabajo de la siembra y la cosecha.  No entiendo y tal vez no me corresponda,  pero el niño que hay en mí siente curiosidad por aprender y conocer sobre tantas cosas; especialmente aquellas en las cuales me desempeño: la agricultura.
      ¿Será que el jardín, con sus dos árboles en el centro - el del bien y el mal, y el de la vida – se encuentran también, dentro de nuestro corazón y mente?  ¿Acaso la diferencia entre cómo era antes y cómo es después depende de mi elección?  Sé que todo depende de Dios.  ¿Y si de cierta manera, en ese diseño tan profundo que escapa de la comprensión humana, en alguna dimensión mi voluntad opera?  Tú dijiste que somos como dioses.  Satanás lo repitió, pero le dio cierto ribete: “más sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.”  Es verdad, Dios lo sabía y tras el humano saborearlo y satisfacer lo agradable que resulta ante nuestros ojos; hoy tenemos consciencia de lo bueno y lo malo.

         Es el conocimiento de la verdad lo que me hace libre. ¿Cuál es esa verdad aplicada a mi primera disyuntiva?  ¿Cuido del huerto o lo sudo como consecuencia de la maldición?  ¿Podrá ser que antes de la maldición, cuando el hombre labraba el huerto, éste también sudaba?  ¡Interesante vuelta!
         Ahora dependo de Dios para que ilumine mi entendimiento.
        [Estoy en el bosque, y una pareja de pájaros carpinteros chicharrean en el tope de un roble esbelto.  Llaman mi atención.  Quizás, en un sentido, somos como ellos; nos movemos en espacio y tiempo durante nuestra travesía terrenal.  Escogemos una pareja,  una rama seca para ahuecar y hacer el nido, comemos y criamos; en fin vivimos y morimos.]
         ¿Será que si en mi centro (mente y corazón) elijo la redención plena, habré de vivir la bendición?  Si de alguna manera me despojo del bien y del mal, y en entrega total confío en Dios y obro: ¿Dejará de haber sudor? ¿O será que el esfuerzo que produce el sudor y el cansancio ha sido sustituido por la capacidad, la inventiva y el dinero para usar otros medios que me permiten el cuido y sus beneficios? ¡No sé!  ¿Será todo esto el producto de una intelectualidad de pensamientos elaborados?
         [Hago un aparte para prender el fogón de Mi Lugar Mágico y sudé. Sí…en la búsqueda de las viandas, la leña y el encendido.  Esa es una realidad obvia.  Si ese es el camino que escojo, ese viene a ser parte del proceso: el sudar.  Sin embargo, tuve otras opciones; por ejemplo, cocinar en casa.  Con tan sólo encender la estufa y buscar en la nevera, lo podía haber hecho; o si le pidiese a mi esposa que lo hiciera, hubiese comido algo sin sudar.  ¡Las opciones son mías!  Dependerá de cuál, entre otras tantas, elija.  Cada opción tiene sus procesos y sus consecuencias. ¿De eso se trata?  Finalmente… de mis decisiones; de la capacidad de prever los procesos, conocer sus componentes y finalmente de sus consecuencias.]
Escribiendo ésta reflexión
         Si estoy en el huerto, cercano al estado de conciencia del bien y el mal, tendrá sus‘requisitos’y ‘resultados’.  Si me acerco o enfrento a la situación con la mentalidad redimida (de niño, quizás) el proceso responderá a esa disposición.  Eso desde el plano humano, porque desde la perspectiva de Dios, me parece que Él lo conoce todo y de alguna manera que desconozco (sea ante una u otra alternativa) lo habrá de hacer obrar para mi bien; o sea, para que aprenda las enseñanzas que me harán crecer en Sus propósitos e intenciones para conmigo.  No pierdo, si es que en Él confío.  No importa ante qué opción me encuentre; lo que piense, crea o haga, si mi fe y confianza están puestas en Él, habré de triunfar.

        Quizás por eso el primer y gran mandamiento es amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente y el segundo; amarte para amar a tu prójimo como te amas a ti. ¡Amen! 
      Y en lo que recibo mayor revelación sobre éste particular...seguiré sembrando.           

lunes, 19 de noviembre de 2018

El Cano, El Negro y Rolito


     El Colmado Sobrino en el Barrio Yahuecas de Adjuntas perteneció a Don Eduvino Rivera hace varias décadas.  Fue  de aquellos colmados de varias puertas dobles al frente: el lugar donde los viernes se reunían los trabajadores para ‘darse el palo’ y ponerse al día respecto a los acontecimientos que
Eduvino
transcurrían en el barrio y las haciendas cafetaleras.  Era donde se hacía la compra de la semana y se le llevaba en un  ‘yip’ a la casa de las doñitas cuyos maridos carecían de medios de transporte.  Fue y sigue siendo la tienda donde se compra la media libra de jamón o mortadella rebanada,  la tajada de queso de bola y la libra de pan para el desayuno.   Donde se apunta lo que se coge en la semana y se paga a fin de mes.  Es ahí donde Luchy y yo hacemos la compra diaria.
     Con el tiempo, las paredes del colmado se sustituyeron por cemento y el frente por un portón corredizo de tola.  Aunque Eduvino falleció, el muchacho que le ayudaba se lo compró cuando éste enfermó.  Adentro, todo continuó, más o menos igual. Por supuesto que hoy cuenta con una caja registradora y sistema de ATH, con cámaras de seguridad, varios congeladores y una planta eléctrica.  
El Cano, el Negro y Rolito Estronza.
    Los hermanos Estronza, se criaron en la Hacienda La Colonia, donde su padre realizaba trabajos de carpintería.  A alguno de ellos, los hacendados le pusieron sobrenombres.  El Cano dividía su tiempo estudiando escuela intermedia y trabajando en la vaquería que los Folguera operaban en la hacienda. Así lo hizo hasta que el vaquerío dejó de operar hará unos veinte años.  El Negro le limpiaba los zapatos de la familia y de ahí pasó a ser ayudante de Eduvino en el colmado; él fue quien lo compró.  Rolito estuvo trasportando estudiantes en una guagüita Ford hasta hace poco.
     La foto la tomé ayer y en ella aparecen los tres hermanos dentro del Colmado Sobrino.  ¡Cuánta vida ha pasado desde aquel entonces!   

jueves, 14 de junio de 2018

Más vale tarde que nunca





    
Ayer, mientras me desayuno con Luchy en Cafetería Miriam, uno de varios lugares criollos que existen en Adjuntas donde consigues empanadillas frescas, sorullos de maíz, avena y rellenos de papa;
noto que en la mesa del lado hay un periódico del día, leído y abandonado. Pregunté… y mientras lo ojeo
destaco una noticia: Rubén Berrios y Héctor Ferrer anuncian que unen esfuerzos para oponerse a la Junta de Control Fiscal.  Me da la sensación de que la reunión debió haber ocurrido en el planeta Marte y que el comunicado de prensa tardó años luz en llegar a Puerto Rico.  

   El café con leche está delicioso y salimos para Ponce.  Reflexiono; más vale tarde que nunca.    


miércoles, 25 de abril de 2018

COMOQUIERA GANAMOS... ¿PERO SI LE DAMOS RIENDA SUELTA A LA IMAGINACIÓN?


     Dentro del amplio mundo de las posibilidades, la especulación encuentra su espacio, siendo la imaginación su límite, no sin antes coquetear con lo fantasioso.  Adentrándonos en esa dimensión, se ‘sosquinea’ con  la ciencia ficción y la locura. Antes del entuerto, consideremos algunos datos corroborables en la realidad.
     Puerto Rico se ha convertido en un dolor de cabeza para los Estados Unidos.  Durante los últimos años, las expresiones del congreso y de otras ramas del gobierno de esa república, concertadamente o no, demuestran el menosprecio hacia nosotros.  La sarcástica Ley PROMESA y la designación de una junta, el trato despectivo de su presidente durante la visita tras el paso del Huracán María y la lentitud e ineptitud de las agencias federales para el manejo de la crisis son señales inequívocas de ello.  Es increíble que ‘los federales’ se incauten en los muelles de ayuda enviada por amigos y familiares a las víctimas; que confisquen camiones de combustible así como de mercaderías cuyo destino eran nuestras tiendas y supermercados.  ¿Por qué?
     En diversas maneras se difunde la noción de que somos un pueblo ingobernable, cuyos servidores públicos:  los que han residido en el Viejo San Juan, los miembros de la judicatura y aquellos que ‘trabajan’ en El Capitolio; los que ‘dirigen’ diversas instrumentalidades y departamentos, son ineptos, están inmersos en agendas escondidas y manejos corrompidos.

     ¿Será todo esto parte de un  plan maquiavélico para movernos en determinada dirección?  ¿Y qué tal si ello requiere del quebrantamiento de nuestro espíritu y una mayor domesticación del puertorriqueño?
    Hará una veintena de años, un huracán azotó a Cuba, se  estacionó sobre la isla y luego dio marcha atrás.  El comandante en jefe Fidel Castro, expresó entonces; ‘esos fueron los americanos’.  Durante la guerra de Vietnam, Operación Popeye, fue un ‘proyecto secreto’ que se utilizó para crear tifones. ¿Qué tal si Irma y María fueron fenómenos atmosféricos provocados, o al menos dirigidos?  El primero logró asustarnos, o pudo haber sido un intento fallido, y el segundo  propinó un duro golpe; especialmente a nuestra gente.  ¿Será posible tal atrocidad?   (A los incrédulos, les invito a buscar HAARP.)  
   
 La farsa del 9/11 y el encubrimiento de la implosión de las Torres Gemelas para mover militarmente la economía, ‘atacar el terrorismo’ y asumir control de fuentes petroleras extranjeras dejan una espinita que no es tan pequeña.

     Al final del camino, existe una perspectiva que se difunde desde los púlpitos los domingos.  Pertenece a la esfera que tiene preeminencia sobre todas las demás.  Es tan familiar que ignoramos sus implicaciones en situaciones de ésta y otras naturalezas. Dentro del contexto de la revelación y la fe concluimos que Dios está en control.  Él está sobre lo oculto y lo falso, y si está en nosotros, comoquiera habremos de prevalecer. 

(Escrito del 13 de noviembre de 2017)
No publicado antes por falta de internet.
EEVF)
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El Dr. Robert M. White, líder de la Administración de Servicios de Ciencias Ambientales y el capitán del E.T Harding, U.S Navy, Comandante del Comando del Servicio Naval de Tiempo, tuvieron la responsabilidad general de este proyecto.


Los experimentos del “Stormfury” fueron muy complejos y requerían planificación extensa. En algunos momentos durante los múltiples intentos de siembra, hasta 10 aeronaves operaron dentro de la circulación de un huracán.
Criterios para seleccionar un huracán:
  • Menos del 10% de probabilidad de acercarse a tierra en menos de 24 horas.
  • Estar al alcance de las aeronaves en Ceiba.
  • Ser un ciclón intenso con un ojo bien definido.
La seguridad del personal de la aeronave era sumamente importante para conducir experimentos de forma exitosa. Considerando los rápidos vientos, lluvias torrenciales y condiciones turbulentas bajo las cual se llevaban a cabo estas operaciones, el entrenamiento, profesionalismo, y la dedicación eran vital para operaciones seguras y exitosas.
Durante su operación, el programa vio poco éxito mayormente ante la dificultad que presentaba encontrar huracanes para experimentar. Para agosto del 1963, se realizó su primera siembra a gran escala en el huracán Beulah. Tras la siembra, se observó al ojo desorganizarse y vientos sostenidos se redujeron en un 20 por ciento. Los resultados de ese intento fueron "alentadores pero inconclusos". 



Seis años pasaron sin más intentos debido a problemas de logística o los huracanes disponibles no rendían los criterios necesarios para la experimentación. En agosto de 1969, volvieron a la carga contra el huracán Betsy. Trece aviones interceptaron la tormenta durante dos días. En el primero, los vientos se redujeron en un 31% mientras que en el segundo día se redujeron un 18% adicional.
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https://www.youtube.com/watch?v=S1dTgec9XA0&feature=youtu.be&fbclid=IwAR0FKR3qlwyMktWDtGJ8CTzYjFI19unBxLFXPUien7E59eadlGEH3iWb_yc

Estamos en Pié

     Acá en la montaña, en el corazón de nuestra tierra.  Las cosas siempre han sido diferentes.  El aire y el agua son más puros, ciertos alimentos, más frescos y saludables y las relaciones son más calurosas, digamos, que más humanas.  El ritmo de vida lo marcan las florecidas y las cosechas, los renuevos de la vegetación, fases de la luna,  la temporada de lluvia y del frío.
   Si bien, el Huracán María ha cambiado el pulso, no lo ha hecho con el tesón de las personas.
   Mi esposa Luchy, hace unos meses, me comentaba que debíamos celebrar los 130 años de historia de la Hacienda Luz de Luna (1887-2017), lugar, entre las verdes montañas adjunteñas, donde hemos establecido nuestro hogar durante cuarenta años.   Nos tocó la mayor de las celebraciones: saber  que nuestros hijos y nietos están bien,  observar la Casa Grande y otras de las estructuras intactas y sólo dos con algunos daños.  ¡Le agradezco a Dios por su misericordia!
   Junto a mi hijo Ventura (el Chef de la televisión) podamos los plátanos y las yautías caídas y las aterramos.  Igual hicimos con los cítricos.  Nos hemos levantado temprano de mañana, igual que su esposa y mi nieta Magnolia, para recoger los granos de café que aún quedan en los arbustos.  Las ramas caídas nos han servido de leña para alimentar un improvisado fogón y preparar los alimentos.

   No tenemos señal de internet, no hay televisión o ATH; la gasolina escaseó hasta hace un par de días y recién se restableció el servicio postal.
   Todo parece haber cambiado.  Es cierto, pero la solidaridad, el calor familiar y entre vecinos están más presentes que nunca.  Esa es la fibra íntima y el fundamento sólido sobre los cuales los puertorriqueños encaminamos nuestra recuperación.  

Escrito es del 9 de octubre de 2017

Balcón Casa Grande, Hacienda Luz de Luna, (1887-2017)
Al fondo casita del mayordomo destechada pero ya con toldos.
Bandera  izada el 26 de septiembre.

Foto: 26 de septiembre 2017.
Tras Huracán María.