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| Los caribes lo practicaban con los tainos |
Ocurre dentro del núcleo familiar y en el vecindario, dentro y entre las instituciones religiosas, en la empresa privada, las organizaciones sin fines de lucro, los clubes sociales, las distintas ramas del gobierno y los partidos políticos. No existe un solo aspecto de nuestra vida de pueblo donde esté ausente. Se trata de la idea de que para prosperar y progresar hay que competir y destruir, en lugar de compartir y colaborar. En ese proceso se recurre a toda clase de estratagemas para provocar que ‘caigan’ o ‘sean opacados’ aquellos que consideramos una amenaza. Se fomentan intrigas, se ataca, se ridiculiza y humilla creyendo que ese es el modo de alcanzar o retener el éxito o una posición. Esa perspectiva, tarde o temprano, conduce al aislamiento, a la desgracia y la miseria. ¿Podemos relacionar esa manera de ser con la crisis de valores, las dificultades económicas, la violencia, la guerra, la corrupción y la criminalidad rampante?
Hay serias preguntas que debemos formularnos: ¿dónde, cómo y de quién hemos asimilado este estilo de vida? ¿Dónde es que aprendemos que dando es como se recibe, que ayudando a otros a triunfar es cuando realmente se triunfa? Más significativamente, ¿cómo trato al hermano boricua que se comporta de ese modo sin hacerlo cayendo en su mismo proceder? ¿Corrigiéndolo, educándolo, señalándolo, marginándolo, combatiéndolo, ignorándolo, perdonándolo, amándolo?
Mientras no encontremos respuestas auténticas a estas interrogantes y asumamos la responsabilidad de descubrir maneras de superar ésta forma enfermiza de relacionarnos, (respetando las diferencias que nos distinguen) se nos hará difícil coincidir en un proyecto exitoso que promueva la cohesión y el bienestar común de los puertorriqueños.
Ésta tarea ya es urgente. No la resoleverá un plebiscito o un estatus político. La política lo que ha logrado es dividirnos y antagonizarnos. Nos corresponde a los ciudadanos de esta Isla y no al gobierno. ¿Por quién esperamos? ¿Qué crisis mayor tendrá que ocurrir para que reaccionemos y actuemos? Comencemos ya, y que así nos ayude Dios.
Edric E. Vivoni Farage
Desde la Casa Grande
Hacienda Luz de Luna
Barrio Yahuecas
Adjuntas, Puerto Rico
El Nuevo Día - Opinión - CANIBALISMO PUERTORRIQUEÑO ...
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6 May 2011 – ¿Por quién esperamos? Comencemos ya y que así nos ayude Dios.Edric E. Vivoni Farage (Agricultor, abogado y mediador) () Anterior ...
Oportunísima esta lectura para todos los días luego de leer el periódico o escuchar las noticias por radio/TV. Fuerte abrazo, tu sobrino.
ResponderBorrarQuien rige al mundo?
ResponderBorrarPor 3,000 anos el mundo entero ha estado regido por “neocheating powers structures”*-NPS. Estos NPS han logrado muy exitosamente dividirnos para luego conquistarnos.
Como consecuencia mayor estos NPS han dividido la humanidad no solo en categorías de funciones especiales si no que también en categorías de religión, nación, lenguaje, razas y color de piel. Han sido tan exitosos que la humanidad en general ha perdido su habilidad para distinguir de valores ganados como conocimientos, destrezas y carácter y los valores coincidentales como color, nacionalidad o apellido.
Otra habilidad perdida gracias a los NPS es aquella de no poder distinguir entre valores dados por la naturaleza y aquellos creados por la ingenio humano.
Ejemplos: carbón/acero, petróleo/nylon, madera/casa, semillas/agricultura, sonidos/ 5ª de Beethoven, algodón/tela, mentalidad bicameral/conciencia, agua/cerveza, etc/etc., etc./etc.
Es imperativo reestructurar el mundo, la sociedad y toda la civilización en base a los valores ganados y en el ejercicio de libre albedrío-LA y libres alternativas-LA. Para que eso se logre será necesario sacar a los NPS del poder de mando.
Consejo y recomendación final: Ejercite su LA y su LA y gane conocimientos, destrezas y carácter independientemente de su raza, religión, nacionalidad, origen o apellido.
• NPS: Estructuras de Poder de Neo-enganadores.
• Puerto Rico tiene estructuras de poder NPS a tres niveles: San Juan, Washington y 76 Alcaldías.
Carlos Manuel me envía el siguiente mensaje y me hace reflexionar sobre el nivel de desintegración que hemos alcanzado. A pesar de haber asistido desde pequeño a la iglesia, de haber tomado clases de religión, de haber acudido a multiplicidad de retiros espirituales y de haber estudiado algo de teología. No es hasta que el me señala 2 de los 7 pecados capitales; la codicia y la envidia, que registro que efectivamente de eso se trata. ¿Será ello un indicio no sólo de nuestra falta de integridad? ¿De no haber comprendido y asimilado los elementos prácticos del cristianismo haciéndolos formar parte de nuestro diario vivir? Me temo que es así. Puedo identificar entre las causas, la marcada tendencia secularizante de minimizar, excluir y ridiculizar todo lo que es religión; y por otra parte, la confusión que generan las propias iglesias cuando se ínsiste (muchas veces inconscientemente) en unas prácticas, ritos y obligaciones 'litúrgicas'que en esencia se apartan del cristianismo vivencial.
ResponderBorrarY ahora,¿quién le pone es cascabel al gato?
E.Vivoni
Hola Edric: leí tu reflexión. Estás señalando una muy triste realidad. Cuando hablamos de los vicios que arruinan la vida del ser humano, uno de ellos es la envidia. Luego no falta otra que podemos llamarla hermana, la codicia. Los famosos pecados capitales que forman parte de la doctrina cristiana ponen estos vicios en la cima porque son fuente de otros tantos siendo la soberbia la más perniciosa. Me parece muy acertado llamarle canibal a quien pretenda empañar, opacar, desmerecer y hasta depreciar la obra del prójimo. A veces sucede que mientras más próxima se encuentre la persona que lleve a cabo una acción digna de reconocimiento, mayor será el resentimiento y la crítica de quien se vea interpelado por esa acción. Me parece que has puesto al desnudo, con palabras claras y distintas, un problema muy aciago. Mientras mayor sea la proximidad de unos y otros en un mundo que cada día se percibe como sobrepoblado, mayor será el impacto del despecho. Creo que todo está en aprender a bregar con ese tipo de asedio. No hay quien se salve de ello. Mayor será el asalto al bien que realizas mientras más insistas en continuar haciéndolo y más éxitos sientas y sientan quienes te rodean. Aprendemos a bregar con este problema cuando nos damos cuenta que quienes vemos acometer contra nuestro bienestar son personas heridas y hasta destruídas por haber sido en el pasado víctimas y lo que es peor haber sucumbido. Sabemos que hay muchos prójimos que han fracasado. La comprensión y la compasión es la mejor medicina. No debe faltar también el tenderle la mano. Por otro lado hay personas que triunfan porque han sabido hundir sus afiladas garras hasta devorar a su prójimo. Se levantan airosos habiéndose alimentado de ese banquete. Este canibalismo gastronómico de personas que triúnfan engordándose del prójimo a la vez que lo destruyen es el peor de todos. No se les puede tener lástima. Quien sabe si la solución sea alejarse de su influencia, de sus garras y advertirle a quienes se acercan el grado de peligrosidad que representan. En el mundo político y religioso el buen profetismo es precisamente ese. Perderle el miedo a ese tipo de ferocidad canibal. Señalar con arriesgado atrevimiento quienes son los verdaderos canibales de nuestro mundo político social y familiar.
Carlos Manuel